Vergonzosa imagen la que se encontró el un vecino de Vigo el pasado miércoles cuando realizaba una ruta por los montes de Candeán. El conocido como dolmen de "Casa dos Mouros”, situado en A Madroa, se había convertido en un vertedero.
Lo que hace unos 4.000 años fue una tumba colectiva que ha llegado hasta nosotros como una de las “mámoas” más importantes de toda la comarca de Vigo se convirtió en un punto de vandalismo y suciedad. Cajetillas de tabaco, bolsas de patatillas y latas de refrescos componían una imagen dantesca de la falta de sensibilidad y cuidado ante nuestro patrimonio histórico.
Declarado Bien de Interés Cultural, el monumento fue construido en la época neolítica y está conservada prácticamente en su totalidad, con las cinco piedras verticales y la losa superior, esta última caída y apoyada a un lateral. En el pasado, estas piedras estaban cubiertas por un montículo. La cámara mide unos tres metros de largo por dos de ancho y cada losa ronda los dos metros de altura. Se trata de uno de los dólmenes más completos de Galicia y forma parte de la denominada Ruta das Mámoas de Candeán.
Con una muestra de gran civismo, Kike Estévez, que es quien se encontró el monumento en este estado, limpió el espacio y lo dejó sin las huellas de aquellos que no respetan el patrimonio de todos.
Aunque esta mámoa fue objeto de varias actuaciones que permitieron su limpieza y puesta en valor con paneles informativos y guías, ya no queda nada de ello y cada vez es más difícil encontrarla. Las señales explicativas han desaparecido y a lo largo de los años se repiten actos de vandalismo. En 2017 un grupo pintó símbolos en las piedras, que posteriormente fueron limpiados.