En 2015, cuando Eduardo Santos Pérez sólo tenía 15 años, construyó con materiales totalmente reciclados una répica de R2D2, el compañero droide de Luke Skywalker en la saga de películas de la Guerra de las Galicia, Junto a su padre, este joven natural de Cambre forma parte de Echo Base 28th Elite Forces, una asociación que desde el año pasado está desarrollando diferentes actividades que rodean el universo Star Wars. Una de las estrellas de su programa es el robot R2D2, que en los últimos dos años ha recorrido colegios, institutos, hospitales y ferias tecnológicas por toda Galicia.
La finalidad de Eduardo Santos y su padre es dar a conocer a la gente cómo los desperdicios pueden tener una segunda vida. Para explicar el proceso de construcción del droide R2D2, el próximo martes 23 de enero, padre e hijo impartirán un relato titulado 'Construye tu propio R2D2. Robótica y educación para el presente' en la Escola de Enxeñería Industrial del campus de Vigo. La conferencia, organizada por el profesor del Departamento de Enxeñaría de Sistemas e Automática, José Ignacio Armesto, tendrá lugar a las 16:00 horas en el aula 15 y forma parte de las actividades paralelas a las JAI 2018, Jornadas sobre Tecnología y Soluciones para la Automatización Industrial. De hecho, el robot regresará al campus de la UVigo en marzo para participar en el 'showroom' de industria 4.0 que abrirá este simposio.
¿Con qué material se fabrica un R2D2?
Como destaca Santos Baldomir, que preside la asociación Echo Base 28th Elite Forces, la conferencia está dirigida a cualquier persona interesada en la tecnología y el reciclaje o simplemente que sea seguidora de la saga. "La construcción de R2D2 es algo que despierta mucho interés, pues lleva consigo la cultura de Star Wars", afirma. Además, considera que también puede motivar al público asistente a concienciar de la importancia del reciclaje, mostrando los resultados que se pueden conseguir sólo empleando RAEE, Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. "El droide está hecho en un 98% con material reciclado, lo que ayuda a concienciar sobre la reutilización de los deshechos electrónicos", destaca Santos Baldomir, y en su construcción se emplearon palos de escoba, una rueda de un carro de supermercado, parte de un farol circular, además de piezas impresas en 3D, 150 leds y un motor de aspiradora para que el pequeño droide se pueda mover e iluminarse, siempre teledirigido de la mano de Santos Pérez mediante una app que va conectada al cerebro de R2D2, hecho a partir de una placa base de arduino.
Para describir todo el proceso de construcción de R2D2, padre e hijo llevarán a la conferencia su propia réplica del droide, indicando los pasos a seguir y enumerando los diferentes materiales que se deben emplear. Además, también tratarán cuestiones relacionadas con el reciclaje electrónico o la impresión en 3D, que para Santos Baldomir se incluye en la cultura del 'seld-made' o 'hazlo tu mismo' de la que participa la asociación que preside.
Una afición transmitida de padre a hijo
Como afirma Santos Baldomir, la idea de construir el R2D2 surgió entre un grupo de niños, entre los cuales se encontraba su propio hijo. Los pequeños debían presentar un proyecto para una actividad de 'Ciencia na rúa' que se celebraba en A Coruña. El menor, que heredó de su padre el gusto por 'Star Wars' y por el bricolaje, se puso a trabajar pronto, contando con la ayuda de amigos y varios miembros de Bricolabs, una asociación juvenil que reúne diferentes aficionados a la elaboración de diversos aparatos y gadgets. Con todo, el progenitor no duda en atribuirle todo el mérito del proyecto a su hijo, "limitándonos el resto a guiarlo en el proceso", apunta.
¿Qué es Echo Base 28th Elite Forces?
La conferencia que se va a impartir en la Escola de Enxeñería Industrial es solo una de las actividades en las que participa Echo Base 28th Elite Forces. Desde el año pasado, los miembros de esta asociación forman parte de numerosas iniciativas para atender a colectivos en riesgso de exclusión, casi siempre ambientadas en la temática de 'Star Wars'. Actuaciones y conciertos en hospitales, colegios o en la misma calle son eventos frecuentes en su agenda, demostrando que la ciencia ficción no es incompatible con las causas solidarias.
