A Gran Bikedada: superación y concordia sobre dos ruedas

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El fin de semana deja momentos únicos. Uno de ellos es la última edición de A Gran Bikedada. La prueba ciclista escribió otro extraordinario capítulo donde brillaron el esfuerzo, el espectáculo, el colorido y la fascinación que siempre ofrece la extraordinaria y difícil sencillez de la bicicleta. Con una convocatoria récord de 700 inscritos, la larga jornada de esta genuina competición de bicicleta de montaña se inició pasadas las 09:00 horas y el último corredor cruzó la línea meta sobre las 16:00 horas, media hora antes de lo previsto.

La cita, que cuenta con la colaboración principal del Concello de Vigo, partió con su habitual recorrido de velocidad controlada de 7 kilómetros desde la "Avenida de A Gran Bikedada, también llamado paseo de Montero Ríos", comentaban los organizadores con humor, al ser la salida de la prueba desde ahí los últimos años. "Una vía -añaden- que debiera ser nexo de unión entre la ciudad y el puerto. Así se concibió cuando décadas atrás se desarrolló el plan de abrir Vigo al mar, y así debiera seguir siendo", recordando que detrás de las actividades de Social Ciclismo Fan Manager está el proyecto Red Concordia porque, según destacaron, "señalamos muchos físicos como el de Trump en el sur de su país, pero hay demasiados muros invisibles pero también contundentes en el mundo".

La prueba arrancó. En la megafonía sonaba el estribillo "Rolling, rolling,..." de la canción de los Creeden Proud Mary. Era una premoción, un recordatorio de lo que les esperaba a los participantes que, "sin que esté escrito saben que un día tendrán que levantar al amanecer para ir más lemas", una de las máximas que caracterizan A Gran Bikedada.

Una gran normalidad durante el recorrido, sin que los doctores de la prueba, Javier Carreiro y Malisandra Rubio, tuvieran que realizan ninguna intervención durante el itinerario, tan solo tres contusiones menores en meta, molestias que no necesitaron atención en el desarrollo de la actividad.

En A Gran Bikedada participaron ciclistas con una larga trayectoria deportiva como Óscar Pereiro. El ganador del Tour de Francia 2006 hizo el recorrido en familia, disfrutando del placer de pedalear. También se apuntó a la cita, dando ejemplo, el diputado provincial y delegado de Zona Franca, David Regades.

Muchos participantes se vieron aún con fuerza y ánimo para afrontar la última subida al mirador de Cedeira y su técnica bajada. Cada corredor al cruzar la meta recibía la distinción "Reto Superado". Y también se entregaron trofeos a los clubes con más participantes en general, con más ciclistas femeninas, al colectivo de empresa más numeroso y al ciclista de más lejos.

El mejor tiempo entre puntos de control en gran fondo fue para Sergio Burgos y Uxío Canosa, ambos con 2-56-51, 2 horas y 42 minutos mejor que el del grupo que cerró el recorrido. En fondo el primero, Darío Arias, invirtió 1-56-33 (segundo fue Carlos Muñiz, presidente de la Federación Galega de Ciclismo) y esta distancia se cerró con un tiempo de 4-43-12. Por su parte, las diferencias en medio fondo oscilaron entre los 1-02 de Sánchez Atanes y los 3-43 del grupo de cierre. Obviamente, además de la condición físicas, cuenta la filosofía con la que se tome la prueba.

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