Un punto de supervivencia

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El Celta parece que ha trazado un plan. Ha optado por sanar sus heridas. El primer paso diseñado por Miguel Cardoso fue frenar la hemorragia defensiva. Agitó su pizarra para optar por una zaga de tres centrales, una apuesta que le ha permitido arañar un empate en su visita a Vitoria, un punto que no arregla la complicada situación clasificatoria del equipo pero que permite inyectar algo de moral de cara al futuro.

El resultado es una prueba al estado de ánimo. Botella medio llena o medio vacía. Es cierto que la urgencia y el drama siguen siendo compañeras de viaje, aunque el empate cosechado en Mendizorroza confirman que el equipo está unido. Es indudable que sin Aspas no hay paraíso. Con la ausencia confirmada del moañés durante el mes de marzo, es el momento de los otros líderes. Rubén Blanco y David Costas se han erigido en los otros "capitanes" junto a Hugo Mallo. El guardameta mosense sacó una mano espectacular en el segundo acto para mantener su portería a cero, un premio más que merecido por su excelente estado de forma. El redondelano, por su parte, demostró una vez más que tiene un sitio en el once. Su ausencia frente al Levante fue una de las desastrosas decisiones que tomó Cardoso hace siete días.

El Celta se enfudó el mono de obra para intentar revertir esa situación. Lo hizo desde la solidaridad y el oficio. No son tiempos para florituras cuando el alma y el cuerpo están heridos. La realidad clasificatoria sitúa al Celta en un rol que nadie esperaba. De pelear por la séptima plaza a eludir el descenso. De la gloria al fracaso. Papeles totalmente opuestos. Situaciones desesperadas que exigen medidas desesperadas. El conjunto vigués asume ese reto con la sabiduría de que queda Liga, restan 14 jornadas y lo importante es sumar. Ese fue el plan en Mendizorroza.

Cardoso apostaba por el músculo para frenar al exigente Alavés. Tres centrales y una sala de máquinas formada por Okay, Lobotka, Jensen y Brais Méndez. A pesar de la ausencia del talento que pueden aportar Boufal o Sisto (esta tarde en la grada), el Celta arrancó el choque con una ocasión clara de Brais Méndez. El mosense, de chilena, estuvo a punto de batir a Pacheco. Su acrobático remate se fue fuera por centímetros.

El resto del encuentro se resume en una constante pugna por derribar la muralla rival. El Celta, escaso de ideas en la zona de tres cuartos, recurrió a su hombre más creativo. Entró Sofiane Boufal por un trabajador Jensen. El "19" céltico aportó sensación de peligro, aunque volvió a pecar de individualista. El último pase fue, de nuevo, la condena de un Celta que soñó con conquistar Mendizorroza en la recta final del choque. Maxi Gómez perforó el marco rival en un mano a mano con Pacheco. Sin embargo, Del Cerro Grande señalaba fuera de juego, una situación antirreglamentaria que acabaría confirmando el VAR.

No llegó la victoria. El segundo triunfo del 2019 debe esperar. Sin embargo, el empate cosechado en Mendizorroza permite cerrar la sangría que sufre el equipo atrás y arañar un punto que podría ser el primer paso para huir de la zona pantanosa de la tabla. A pesar del resultado, el conjunto de Miguel Cardoso depende del Villarreal para no caer a los puestos de descenso.

Ficha técnica del Alavés - Celta

Alavés: Pacheco; Ximo Navarro, Laguardia, Maripán, Rubén Duarte; Tomás Pina, Brasanac (Wakaso, 74'), Manu García; Inui (Rolan, 74'), Jony y Calleri (Borja Bastón, 80').

RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Costas, Araújo, Hoedt, Juncá; Okay (Fran Beltrán, 64'), Lobotka, Brais Méndez (Jozabed, 93'), Jesen (Boufal, 67'); y Maxi Gómez.

Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Mostró amarilla a Ximo Navarro y Rubén Duarte en el Alavés mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Okay Yokuslu y Hugo Mallo.

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