El Celta ha vivido este 7 de septiembre uno de sus días más históricos. Balaídos asistió al estreno de forma oficial de su equipo femenino. El conjunto vigués, toda una demanda histórica, tuvo su puesta de largo este sábado y el mejor lugar para hacerlo no era otro que el templo del celtismo.
La afición demostró su buena acogida a este proyecto que hace del Celta un club digno de la época actual que vivimos. Las mujeres celtistas ya pueden hacer realidad su sueño de vestir la zamarra celeste. Pero, esto del fútbol trasciende lo social. Y la hinchada abarrotó toda la grada de Tribuna y ocupó parte de Marcador para animar a As Celtas, el nombre con el que se ha bautizado este proyecto, de momento el único acierto potente que ha tenido Marian Mouriño desde que asumió la presidencia del club hace escasamente un año.
El Celta quiso que este inicio oficial de As Celtas fuera una fiesta. Y lo fue de forma plena. Primero por la asistencia, que superó la cifra de las 6.000 personas, y posteriormente por la buena imagen y juego que ofrecieron las celestes sobre el tapete de Balaídos. El partido también supone derribar los prejuicios de los más escépticos. As Celtas brillaron con las dimensiones de Balaídos y dejaron detalles técnicos que demuestran que el fútbol es universal.
Las buenas intenciones futbolísticas del conjunto vigués tuvieron su recompensa en la segunda mitad. A esta bonita historia le tocaba un final feliz. Y así fue. Ese epílogo deseado por todos llegó curiosamente en una acción a balón parado, el gran lunar que tiene actualmente el equipo de Claudio Giráldez, que siguió también desde la Tribuna de Balaídos este día histórico. El fichaje que se presentó junto a Borja Iglesias, Camila Pescatore, fue la encargada de marcar el primer gol de la vida de As Celtas, una celebración que encierra muchos años de lucha por tener este equipo femenino.
Con una superioridad física clara sobre su rival, el coruñés Victoria, As Celtas sentenció el choque con un segundo gol, un tanto transformado por Toubes. La victoria, además de ese componente histórico, también demostró el buen clima de compañerismo de As Celtas, con esa camiseta dedicada a Pau y Cande, lesionadas de gravedad en pretemporada.
El encuentro futbolístico también tuvo su apartado musical. En el descanso, como si se tratara de un partido de la Superbowl, permitió disfrutar del directo de una de las grandes sensaciones de la musical gallega actual, Fillas de Cassandra, que interpretaron dos de sus temas más exitosos sobre el césped de Balaídos.