Una mano de Beltrán y los codazos del Athletic impiden al Celta conquistar San Mamés

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El Celta sale con vida de San Mamés. No conquistó la Catedral, pero arrancó un punto que permite seguir sumando. Rafinha Alcántara, que ejerció de líder, las paradas milagrosas de Rubén Blanco y la solvencia que mostró en su debut Murillo son argumentos para creer en un final feliz a final de temporada. Óscar García no acertó con los cambios. Ni Pape Cheikh ni Denis Suárez mejoraron las prestaciones de un equipo vigués que tiene un partido clave la próxima semana ante el Eibar. Antes, la Copa del Rey frente al Mirandés (1-1).

Óscar García sorprendía con un once. Dejaba en el banco a Pione Sisto, uno de los mejores en el duelo copero ante el Mérida, para reforzar el centro del campo con la apuesta por Brais Méndez, que permitía ser flexible con el dibujo. El conjunto vigués arrancaba con el 4-3-3 y fue mutando hacia el 4-4-2, un sistema que permitió neutralizar el arreón inicial de un Athletic que pronto inquietó la portería celeste en dos acciones a balón parado.

La alineación céltica también deparaba el debut de Murillo. El primer refuerzo en el mercado de invierno tuvo que entrar pronto en acción. Su despeje evitó que Raúl García, a placer, estuviese a punto de abrir el marcador. El Celta sufría ante el vendaval de intensidad de los leones. El panorama cambia cuando los de Óscar García entran en contacto con el esférico. Ahí se resume el primer acto. El equipo vigués fue creciendo a través de la posesión. Okay se agigantaba en la contención mientras Rafinha Alcántara comandaba las operaciones para hacer daño detrás del doble pivote rojiblanco.

El Celta supo convertir esa posesión en ocasiones. La primera clara la tuvo Lucas Olaza, que le faltó puntería en su remate ante Herrerín. El dominio visitante inquietaba a la grada de San Mamés. Afloraban las dudas en el Athletic. Los leones ya no rugían como en los primeros minutos del partido. El talento del ataque provocaba la excesiva contundencia de los rojiblancos. Unai López, Capa y Yuri veían la cartulina por sendas entradas a Mina, en dos ocasiones, y Rafinha Alcántara.

Que nadie duda que hay noches fáciles en San Mamés. El Celta lo ha sufrido ya en muchas ocasiones. Fue entonces cuando emergió la figura de Rubén Blanco. El mosense sacó una mano espectacular a un cabezazo a bocajarro de Muniain. La intervención del canterano incluso despertó los aplausos de San Mamés.

El Celta pronto respondió. Santi Mina añadía otra oportunidad errada en la temporada de su vuelta a casa. El vigués no estuvo acertado a la hora de mandar al fondo de la red un buen centro chut de Aspas al segundo palo de la meta de Herrerín. El duelo estaba equilibrado. Encuento bonito. Intenso. Los discípulos de Óscar García aceptaban el envite y no se amilanaban ante el imponente escenario.

El encuentro se fue al interedio. Buenas sensaciones. Un Celta que competía ante un rival de la parte alta de la tabla. La reanudación volvió a dejar el enésimo arreón de los leones. Los vigueses sobrevivían gracias a Rubén Blanco, que con otra milagrosa intervención mantenía el cerrojo en su portería. Poco después, Kevin, "in extremis", abortaba el tanto de Iñaki Williams.

Eran los peores minutos del Celta. Fueron diez minutos locos. De estar contra las cuerdas. El Athletic no terminaba de asestar el golpe y, precisamente, ese golpe lo propinó Rafinha Alcántara. El hispano-brasileño recibió un buen pase de Aspas en la frontal del área local. Sin controlar el esférico, armó su pierna izquierda para lanzar un disparo que convirtió en imposible la estirada de Herrerín.

El gol céltico acentuó los guiones de ambos conjuntos. El Athletic apretaba. El mensaje lo daba Garitano dando entrada a Villabrille y retirando a Ibai Gómez. Óscar García también efectuaba su réplica. El preparador catalán interpretaba que era el momento de sufrir. De reforzar la medular. Ingresaba Pape Cheikh en detrimendo de Santi Mina. Declaración de intenciones desde ambos laboratorios.

El Athletic buscaba el empate. Exprimía al máximo sus bandas y las acciones a balón parado, pero la pareja formada por Murillo y Araujo se mostraba solvente. Los leones encontraron la jugada decisiva en una mano involuntaria de Fran Beltrán en el área. El centrocampista madrileño tenía su mano derecha despegada del cuerpo. Sí, la semana pasada el VAR no sancionó una jugada similar de Piqué en la Supercopa de Arabia Saudi, pero la norma es tajante. Pena máxima. Raúl García no perdonó y puso las tablas en el marcador. Medié Jiménez sí indultó hasta en dos ocasiones la segunda amarilla a Capa, sobre todo en una dura entrada a Rafinha.

Óscar García agotó los cambios de una forma algo polémica. Retiró a Rafinha para dar entrada a Denis mientras que en la recta final se iba Brais Méndez para introducir a Aidoo. El entrenador celeste se conformaba con el punto, pero sus relevos no mejoraban las prestaciones del equipo. El Celta acabó encerrando en campo propio. Sufriendo para intentar salir con vida de San Mamés. Villabrille y Raúl García, de chilena, rozaron el gol de la remontada. El equipo vigués supo sobrevivir. Dio una buena imagen que le permitió sumar un meritorio empate que no impide regresar a los puestos de descenso.

Ficha técnica del Athletic Bilbao - Celta

Athletic: Herrerín; Capa, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Dani García, Unai López, Iker Muniain, Ibai Gómez (Villabrille, 67'); Raúl García y Williams (Lekue, 82').

RC Celta: Rubén Blanco; Kevin, Murillo, Araujo, Lucas Olaza; Okay, Fran Beltrán, Rafinha (Denis Suárez, 78'), Brais Méndez (Aidoo, 87'); Iago Aspas y Santi Mina (Pape Cheikh, 68').

Goles: 0-1: Rafinha Alcántara (56'); 1-1: Raúl García (penalti) (76').

Árbitro: Medié Jiménez (comité catalán). Mostró tarjeta amarilla a Capa, Unai López, Yuri e Íñigo Martínez por parte del Athletic mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Néstor Araujo y Kevin Vázquez.

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