Duro examen el del Celta en el Metropolitano. La nueva casa del Atlético de Madrid ponía a prueba la vida sin Aspas. Testaba el estado de forma de un equipo que frenó su descenso a los infiernos hasta salir del descenso. Con esa mezcla extraña entre el momento dulce y la ausencia de Iago Aspas, su estrella, se presentaba el cuadro celeste ante una de las potencias del fútbol español (2-0).
Fran Escribá apenas sorprendía con su once. Elegía a Boudebouz para suplir la ausencia del moañés. La otra novedad era la presencia de Emre Mor en detrimento de Jozabed Sánchez. El resto, lo esperado. El inicio del equipo volvió a ser dubitativo. El Celta esperaba en campo propio para resistir las acometidas de un Atlético que abogaba por un ataque móvil, veloz, compuesto por Griezmann y Correa.
El dominio durante el primer cuarto de hora fue claramente local. El Celta abogó por sobrevivir. El objetivo era estaba bien pertrechado atrás y sorprender a la contra con la rapidez y el talento de los hombres de arriba. El conjunto vigués volvió a ir de menos a más. Fue creciendo con el paso de los minutos. El plan de Escribá casi da sus frutos. Pasado el primer cuarto de hora de juego, Oblak sacó dos manos espectaculares a Maxi Gómez y a Boudebouz, dos intervenciones que evitaron que los celestes se adelantasen en el electrónico.
El encuentro siguió equilibrándose en lo futbolístico. El Celta se mostraba sólido atrás mientras se asomaba con peligro sobre el área rojiblanca. El siguiente en probar las cualidades de Jan Oblak fue Boufal. El atacante franco-argelino buscó el segundo palo de la meta local, pero el portero esloveno evitó con una buena parada abajo el tanto del "19" celeste.
El Celta daba la cara. Competía. Se mostraba como un equipo con las heridas de hace varias semanas completamente cicatrizadas. Sin embargo, en la recta final del primer acto llegó una de las acciones decisivas del choque. Falta de Cabral sobre Vitolo en la frontal del área. Antonie Griezmann aprovechó la ocasión para romper el cerrojo celeste y batir con un potente chut a Rubén Blanco.
El equipo de Fran Escribá supo encajar el golpe psicológico. Tras la reanudación, el cuadro vigués adelantó las líneas de presión y se adueñó del esférico. Boufal destapaba su magia. Juanfran era incapaz de frenar al "19" céltico, que se convertía en la gran amenaza de la zaga rojiblanca.
El dominio del Celta no se traducía en llegadas claras. Sobraba talento y posesión. Faltaba precisión. Sí, faltaba Aspas, ese jugador diferencial y desequilibrante en los metros finales. Fran Escribá movió banquillo. Retiró a Emre Mor para dar entrada a Pione Sisto. Simeone, por su parte, aceptaba el guión del segundo tiempo. El preparador argentino aceptaba el rol sin problemas. Esperar atrás y matar a la contra es su especialidad.
El conjunto vigués, pese a esa superioridad territorial, sufrió la transición defensa ataque de los locales. Ataque que no finaliza Boudebouz, el balón cae en los pies de Griezmann y el francés envía el balón al espacio buscando la velocidad de Morata. El madrileño, que superó la salida de Rubén Blanco, no perdonó y anotó el segundo gol de la tarde, un tanto que enviaba al Celta a la lona del Metropolitano.
La segunda diana colchonera anestesiaba el descaro del Celta. La distancia en el marcador se convertía en una losa. El Atlético olió sangre e inventó una contra en la que Griezmann rozó la sentencia. Solo Lucas Olaza, que siguió la jugada con el "Principito", evitó el esférico se fuese al fondo de la red.
El equipo vigués recuperó la posesión, pero el partido caminó hacia su desenlace sin poner en serios apuros a Jan Oblak. El portero rojiblanco ya había hecho su trabajo. Frenó la candidatura de un Celta que pudo haber asaltado el Metropolitano sin su estrella. Sin embargo, la estrella que brilló, además de la del meta esloveno, fue la de Antoine Griezmann. El gol y la asistencia del francés frenan la reacción del equipo vigués, que está obligado a reencontrarse la próxima jornada ante el Girona con la victoria para continuar en la senda hacia la salvación.
Ficha técnica del Atlético - Celta
Atlético: Oblak; Juanfran, Vega, Montero, Filipe Luis (Arias, 72'); Rodrigo, Saúl, Koke, Vitolo (Morata, 62'); Correa y Griezmann (Víctor Mollejo, 91').
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Araújo, Olaza; Okay (Fran Beltrán, 83'), Lobotka, Emre Mor (Pione Sisto, 65'), Boufal (Hjulsager, 86'); Boudebouz y Maxi Gómez.
Goles: 1-0: Griezmann (41'); 2-0: Morata (74').
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (comité vasco). Mostró tarjeta amarilla por parte del Atlético de Madrid a Juanfran y Griezmann mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Boudebouz y Lucas Olaza.