Enésima final. Es lo que le queda al Celta hasta el desenlace de este curso accidentado, decepcionante, que solo la afición y el efecto Aspas y Rubén Blanco permiten que no tenga un final trágico. En un nuevo partido crucial, Fran Escribá apostó por el once previsto. El regreso de Aspas se solventaba con la suplencia de Emre Mor, descartado para la cita ante el Girona por lesión.
El cuadro celeste comenzó bien. Sin nervios. La psicología es determinante en estos duelos cara a cara por la vida que dirimían Celta y Girona sobre el verde de Balaídos. El equipo vigués se adueñó del balón. Más allá de la importancia del resultado, se vio posiblemente los mejores minutos del Celta en este 2019. El centro del campo no solo era contención, sino que facturaba fútbol. Okay y Lobotka conectaban con ese tridente de talento que lideró Aspas con Boufal y Boudebouz como acompañantes.
El dominio local se traducía pronto en ocasiones. Boufal ponía a prueba a Bono en los cinco primeros minutos de juego. El meta visitante repelía el chut demasiado centrado del "19" celeste. Poco después, Maxi Gómez coquetearía con el gol. Lo haría hasta en dos ocasiones, pero el uruguayo, en ambas de cabeza, no estuvo acertado a la hora de sorprender al portero del Girona.
El monólogo del Celta encontró su recompensaba pasada la media hora de partido. Cuando el primer acto caminaba hacia su recta final, Iago Aspas aprovechó un buen centro a media altura de Boufal, que estaba volviendo loco a Pedro Porro, para inaugurar el marcador.
El conjunto de Fran Escribá opositaba a la perfección por los tres puntos. Primera parte notable. Sólidos atrás, bien en al construcción de juego y llegando con peligro al área rival. Se cumplían todos los requisitos para soñar con un nuevo triunfo en Balaídos. Sin embargo, tras el descanso, Eusebio Sacristán agitó la pizarra. Doble cambio. Juanpe y Borja García entraban antes de la reanudación para retomar la defensa de tres centrales y dos carrileros. Antes de que el nuevo sistema incomodara al Celta, el Girona igualaba el electrónico con un tanto de Portu, un gol que tuvo el encuentro parado cinco minutos por la acción del VAR.
El cuadro celeste sufrió ese varapalo. El empate y la presencia de más jugadores visitantes en la medular impedía que el Celta tuviera el control de los primeros 45 minutos. No obstante, el conjunto vigués mantenía en el verde el talento y la magia de sus tres mediapuntas. En una preciosa combinación entre Aspas y Boudebouz, el moañés abrió para Boufal. El franco-marroquí, mano a mano con Pedro Porro, buscó el espacio para ajustar su disparo al palo izquierdo de la portería visitante. Golazo. La magia del "19" celeste por fin era determinantes.
El Celta supo sufrir. Resistió al calor de Vigo y a la fe de un Girona que buscó la igualada con envíos aéreos a su principal virtud, Cristian Stuani. Sin embargo, los de Fran Escribá supieron mantener esa mínima ventaja que le permite sumar un valioso triunfo en su lucha por renovar su continuidad en Primera División. El equipo vigués inicia otra intensa semana con tres puntos que permiten encarar con cierta tranquilidad las dos visitas a los feudos del Espanyol y el Leganés.
Ficha técnica del Celta - Girona
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Araújo, Olaza; Okay, Lobotka, Boudebouz (Jozabed, 88'), Boufal (Hjulsager, 80'); Iago Aspas (David Costas, 90') y Maxi Gómez.
Girona: Bono; Pedro Porro, Alcalá, Espinosa, Raúl Carnero (Soni, 84'); Douglas Luiz, Aleix García (Borja García, 46'), Pere Pons; Patrick Roberts (Juanpe, 46'), Portu y Stuani.
Goles: 1-0: Iago Aspas (34'); 1-1: Portu (48'); 2-1: Boufal (69').
Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Okay y Boufal por parte del Celta mientras que por parte del Girona vio cartulina amarilla Douglas Luiz.