El Celta reaviva el sueño de la Copa en Eibar

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Se desvaneció en Euskadi, renace en Euskadi. El sueño de la Copa del Rey ha renacido. El Celta ha comenzado su andadura en la competición del KO con un valioso triunfo ante el Eibar (1-2) que le permite encarrilar el pase a la siguiente ronda y, además, seguir creciendo futbolístico.

El Celta regresaba a Ipurua, un estadio talismán para Unzué, un feudo donde cerró su bache de resultados. El preparador navarro refrescaba el equipo. Daba la oportunidad a Guidetti y Hjulsager y aportaba más minutos a Emre Mor. En la medular, Radoja sigue cogiendo sensaciones mientras Jozabed y Brais Méndez también dispusieron de su momento para reivindicarse. Solo la defensa continuó casi intacta. Fontás fue la única modificación con respecto al once del pasado domingo.

El choque no pudo arrancar mejor para los intereses del Celta. Cabral abría el marcador tras culminar una acción a balón parado. Guión similar, casi idéntico a la victoria liguera. Sin embargo, el Eibar logró resarcirse. Sergi Enrich igualó la contienda y dio paso a los mejores minutos del cuadro armero, que tiró de centros laterales para intentar remontar el tempranero tanto del central argentino del equipo vigués.

Supo sobrevivir el Celta. Los de Unzué ganan en solidez con el paso de los partidos. Al filo del descanso llegó una de las acciones que pueden marcar la eliminatoria. Hjulsager, uno de los mejores del cuadro celeste, enviaba un centro medido buscando el desmarque de Guidetti. El sueco no perdonó. Cabeceó al palo de Riesgo y sorprendió al meta del Eibar. El conjunto vigués asestaba un nuevo golpe. Tiraba de efectividad y daba otro paso hacia la siguiente ronda copera.

En El Segundo acto el Celta dio una nueva lección de supervivencia. Supo sufrir, a pesar de un Eibar que apretó en los últimos minutos. Unzué aportó músculo y experiencia al centro del campo. Retiró a Jozabed y Brais Méndez y dio entrada a Wass y al Tucu Hernández.

El equipo de Mendilibar buscaba el empate, pero el Celta supo contener las embestidas de un Eibar que atacaba más por corazón que por fútbol. El conjunto vigués, en cambio, intentaba sentenciar la eliminatoria a la contra. Emre Mor dispuso de una ocasión en la recta final del choque, pero cayó en el área por un manotazo de un zaguero local que Undiano Mallenco no sancionó.

El triunfó tuvo suspense hasta el pitido final. Kike García tuvo la última del partido. El delantero armero no llegó por centímetros a un centro chut que se paseó por el área de Segio y que se perdió por línea de fondo. El Celta toma ventaja. Logra un resultado maravilloso para firmar en Balaídos el pase a octavos y seguir soñando con levantar, quién sabe si en 2018, la anhelada Copa del Rey.

 

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