El Celta suma una victoria clave. Determinante. El equipo vigués firmó tres puntos ante un rival exigente como el Sevilla. Los hombres de Óscar García remontaron el gol de En-Nesyri en la recta final de juego gracias a los tantos de Iago Aspas y Pione Sisto. La diana del danés en los primeros compases del descuentos. El triunfo permite obtener la recompensa al buen juego de las últimas jornadas. "Sí se puede", gritaba la grada tras el pitido final. De momento, el cuadro celeste abandona los puestos de descenso (2-1).
De final en final. Así afronta el Celta cada partido. Es una lucha contra el rival y contra sí mismo. Contra sus miedos. El duelo frente al Sevilla se afrontaba con el reto y la obligación de ganar. La victoria suponía abandonar el descenso; la derrota, caer al farolillo rojo. Óscar García optaba por agitar de nuevo su pizarra. Apostar por una defensa de tres centrales tenía sentido cuando te mides a un conjunto con unas bandas tan potentes como es el cuadro hispalense. Sin embargo, el preparador de Sabadell regresaba al 4-3-3. Las principales novedades estaban en los compañeros de ataque de Aspas. Smolov agarraba la titularidad mientras que Brais Méndez arrebataba su lugar en el once a Pione Sisto. Por su parte, Lopetegui dejaba en el banco a Banega y Nolito para darle protagonismo al recién incorporado Suso y apostar por un equipo más vertical.
No empezó mal el choque el Celta. Presión alta. El acoso a la salida de balón del equipo visitante casi da pronto su recompensa. Smolov estuvo a punto de cazar una mala entrega de Vaclik mientras que, poco después, una buena jugada del conjunto vigués finalizaba con un remate alto de Iago Aspas. Los de Óscar García salían con alma. Competían ante un rival exigente como el Sevilla. El duelo era disputado. De alternancia. Smolov se mostraba ante su afición. El ruso estuvo voluntarioso, pero se le ve lejos de su mejor nivel. De hecho, opositó al gol con un potente chut desde la frontal que atrapó el meta hispalense.
El Celta pagó su valentía con otro flagrante error. La acción llegó en un balón largo del Sevilla para sortear esa presión alta celeste. Una imprecisión de Olaza en el pase a Rubén Blanco permitía a En-Nesyri batirse en duelo ante Rubén Blanco. El ex del Leganés no perdonó. Sorteó la salida del portero mosense con una bella vaselina que suponía toda una bofetada a las buenas intenciones de la escuadra de Óscar García. El equipo vigués sufría esa ansiedad de estar por debajo en el marcador. No aflotaban las ideas en los metros finales. Vaclik apenas tenía trabajo pese a las intentonas de un ataque que contaba como "cocineros" a Rafinha Alcántara, Brais Méndez y Aspas.
El resultado acentuaba el guión del partido. El Sevilla se sentía cómodo bloqueando la creatividad céltica. Se preparaba para asestar otro golpe en otra transición rápida. En una jugada prácticamente calcada a la del gol, Lucas Ocampos perdonó en el mano a mano con Rubén Blanco. El portero del Celta otorgaba una vida extra. El encuentro se iba al descanso con esa derrota momentánea. Óscar García ya tenía el cambio preparado. Sisto ingresaría en el verde en la reanudación por Brais Méndez. Menos elaboración y más verticalidad. El cambio apenas tuvo incidencia. La desventaja en el marcador era una losa.
El Celta apelaba por insistir para derribar la muralla hispalense. Los dos equipos estaban exhaustos. Lopetegui decidía dar entrada a Banega. El argentino enfriaba el encuentro, pero el equipo vigués tiró de casa. Era el momento de mostrar la afouteza. Óscar García refrescaba la sala de máquinas apostando por Bradaric. El ingreso del croata liberaba a Okay, que se multiplicó en un momento en el que físico era determinante. Cuando las fuerzas escaseaban, afloró el talento. Rafinha Alcántara y Aspas cocinaron el tanto del empate. El moañés, tras deshacerse de Vaclik, remató a puerta y mandó al fondo de la portería, con la colaboración de Diego Carlos, un esférico que permitía igualar la contienda.
El choque entraba en sus últimos diez minutos. El Celta quería salir del descenso; el Sevilla aferrarse a la zona Champions. Óscar García refrescaba su ataque. Santi Mina por Smolov. Lopetegui retiraba a Franco Vázquez y apostaba por un Nolito que recibió la ovación de la grada. El encuentro era un ida y vuelta. El cansancio iba en aumento. Rubén Blanco evitó el gol hispalense en un centro que buscaba portería. El celtismo también empujaba. Simplemente faltaba acertar en el último pase. Un poco de sangre fría. Rafinha y Aspas inventaban y Okay se convertía en un diésel, en un portento físico que se multiplicaba tanto en tareas defensivas como ofensivas. Si hace casi un año el Celta lograba una victoria viral frente al Villarreal, esta tarde hizo lo propia ante el Sevilla. El encuentro afrontaba sus cuatro minutos de prolongación. En esos primeros compases del tiempo extra, Pione Sisto culminaba la remontada. Remate cruzado que iba al palo y acariciaba la red con suspense. Balaídos jaleaba. Era el reencuentro con la victoria, con tres puntos vitales que marcaban la diferencia entre salir del pozo o afrontar la visita al Real Madrid como colista.
El equipo vigués supo defender la ventaja en los tres minutos que restaban. El Celta ha logrado consolidar esa solidez desde la llegada de Murillo. El cuadro celeste daba un paso más en su rehabilitación. Primero fue el juego, ahora es saber administrar esa superioridad en el electrónico. El pitido final de Jaime Latre acabó por desatar la locura en una grada que empezó a jalear el "sí se puede". Los de Óscar García han encontrado el camino. Lo positivo es que hoy han dado ese primer paso hacia la salvación.
Ficha técnica del Celta - Sevilla
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Murillo, Araújo, Lucas Olaza; Okay, Fran Beltrán (Bradaric, 70'), Rafinha; Brais Méndez (Pione Sisto, 46'), Iago Aspas y Smolov (Santi Mina, 88').
Sevilla FC: Vaclik; Jesús Navas, Sergi Gómez, Diego Carlos, Escudero; Fernando, Franco Vázquez (Nolito, 85'), Joan Jordan; Suso (Banega, 66'), Lucas Ocampos y En-Nesyri (De Jong, 73').
Goles: 0-1: En-Nesyri (23'); 1-1: Iago Aspas (78'); 2-1: Pione Sisto (91').
Árbitro: Jaime Latre (comité aragonés). Mostró tarjeta amarilla a Murillo, Hugo Mallo y Smolov por parte del Celta mientras que por parte del Sevilla vieron cartulina amarilla Diego Carlos y Escudero.