Tristeza. Panorama duro para el Celta. El equipo vigués recuperó su peor versión. Los de Óscar García firmaron un partido lamentable. Ni tiraron a puerta durante los 90 minutos y dos pérdidas de Pione Sisto en los minutos finales pusieron en bandeja al Villarreal asaltar el estadio de Balaídos. Solo Rubén Blanco dio la cara en un encuentro que deja muchas dudas con el futuro del cuadro celeste en la máxima categoría (0-1).
Sorprendente once de Óscar García. No tanto por la suplencia de Okay, posiblemente uno de los futbolistas más perjudicados por este parón de tres meses. Pero sí por la titularidad de Juan Hernández y por la ausencia de un "nueve" como Smolov acompañando a Iago Aspas. El entrenador de Sabadell, quién sabe si quizás pensando en el próximo encuentro ante el Valladolid, mantenía su confianza en Bradaric como "cinco" y daba una nueva oportunidad a Santi Mina. El resto, lo esperado. La zaga es fija. Al igual que la presencia de Aspas y Rafinha, los dos grandes líderes de este equipo.
La primera parte del Celta fue para olvidar. De las peores de la época de Óscar García al frente del banquillo. El equipo no dio la cara. Fue incapaz de superar la presión de un Villarreal que dispuso de hasta tres ocasiones para adelantarse en el electrónico. Rubén Blanco, con dos paradas sensacionales, y el buen trabajo de la línea defensiva de cuatro -con Murillo de nuevo como líder- permitieron ir al intermedio con el cero a cero inicial.
Tocaba reflexionar en el descanso. El Celta era un superviviente. Buena parte del primer acto se había jugado en campo propio. Solo un disparo lejano de Rafinha Alcántara amenazó la portería del submarino amarillo. Desconocecimos si hubo meditación, aunque Óscar García decidió agitar su pizarra. De la defensa de dos centrales se pasó a la de tres. Doble cambio antes de la reanudación. Aidoo ingresaba por Juan Hernández mientras que Okay entraba por Pape Cheikh.
El guión del segundo período continuaba igual que en los primeros 45 minutos. Al Celta le costaba construir desde atrás. Dependía en exceso de la inspiración de Rafinha Alcántara. El equipo vigués estaba muy lejos de su mejor versión. Con el paso de los minutos, aflojaba el monólogo del submarino amarillo. Las interrupciones con los cambios permitían frenar ese superioridad visitante. Óscar García sorprendía retirando a Rafinha para dar entrada a Pione Sisto.
La situación no mejoraba. El carrusel de cambios continuaba. El Celta se mostraba más ambicioso al ingresar en el verde Smolov y Denis Suárez. Había argumentos para dar el golpe en la recta final del choque. Sin embargo, el Villarreal puso una marcha más y volvió a ser el gran dominador de los minutos finales. Hubo dos momentos claves. Dos pérdidas en campo propio permitían al Villarreal disponer de dos ocasiones claras. En la primera, perdonó Bacca; en la segunda, tras dos grandes intervenciones de Rubén Blanco, Manu Trigueros cazaba el rechace y perforaba el marco rival.
El duelo ya estaba en la prolongación. No había tiempo para la reacción. El submarino amarillo no iba a ser en esta ocasión el rival fetiche. Su superioridad obtenía su recompensa. El Celta regresa a la "nueva normalidad" con una dura derrota que le asoma de nuevo al precipicio. Los resultados de los rivales directos serán determinantes para no acabar la jornada en el pozo de la categoría.
Ficha técnica del Celta - Villarreal
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo (Denis Suárez, 84'), Murillo, Araújo, Lucas Olaza; Bradaric, Pape Cheikh (Okay, 46'), Rafinha (Pione Sisto, 59'); Santi Mina (Smolov, 81'), Juan Hernández (Aidoo, 46') y Iago Aspas.
Villarreal: Asenjo; Mario, Albiol, Pau Torres, Alberto Moreno; Moi Gómez (Morlanes, 81'), Anguissa, Iborra (Manu Trigueros, 67'); Cazorla (Samu Chukwueze, 58'), Gerard Moreno (Bacca, 58') y Paco Alcácer (Ontiveros, 81').
Gol: 0-1: Manu Trigueros (91')
Árbitro: Pizarro Gómez (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Pape Cheikh por parte del Celta mientras que por parte del Villarreal vio cartulina amarilla Iborra.