Antonio Mohamed jugó ante su anhelo. El argentino posiblemente quiera un Celta similar al Alavés que ha construido Abelardo. Solido atrás y efectivo en los metros finales. Sin embargo, el conjunto vigués tiene otro ADN, otro paladar marcado por el denominado fútbol de salón. "El Turco" solventó la baja por sanción de Araujo apostando por una defensa de cuatro formada por Roncalia y Cabral en el eje de la zaga. La letalidad del "virus FIFA", que provocó la lesión de Maxi Gómez, abrió las puertas de la titularidad a Dennis Eckert (0-1).
El entrenador del Celta, que estuvo prácticamente todo el partido sentado en el banquillo, mantuvo su confianza una jornada más en Roncaglia y en el delantero alemán. El ariete con ficha del Celta B se mostró voluntarioso, pero está muy lejos de ser el "nueve" de un conjunto de la máxima categoría.
El equipo vigués no cuajó una mala primera parte. El Alavés le cedió la posesión y el control del juego. En esa fase ofensiva, el Celta se sintió cómodo. Creó ocasiones para romper el muro del Glorioso, pero entre Pacheco -que fue el hombre del partido- y la falta de acierto de Eckert permitían que el plan de Abelardo saliera a la perfección.
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En el segundo acto se culminó el desastre. El Celta seguía con el mismo guión. Opositaba al triunfo, pero el cuadro celeste se desangraba en su hemorragia habitual, las acciones a balón parado. Ibai Gómez ponía un balón al área buscando la fe de un Víctor Laguardia que ganaba sin problemas la espalda de Junior Alonso y asistía para que Tomás Pina batiese a Sergio Álvarez.
Antonio Mohamed movió el banquillo. Pero su pizarra volvía a fracasar. El argentino buscaba la redención con un Emre Mor que ni había calentado. La eterna promesa del fútbol turco entraba por Fran Beltrán, una decisión que exasperaba a la grada. El equipo vigués perdió el control del juego en la sala de máquinas, pero se volcaba ante la portería de un Pacheco que sacó dos manos espectaculares a sendos remates de Boufal y Brais Méndez.
Ese monólogo momentáneo del Celta se fue diluyendo con el paso de los minutos. Mohamed insistía en su apuesta por Eckert como referencia ofensiva. Apostó por Pione Sisto, que apenas inquietó a la solida y rocosa defensa de un Alavés que incluso pudo sentenciar el encuentro con un remate de Ibai Gómez que se encontró con un paradón de Sergio Álvarez.
El equipo vigués sucumbió. Continúa su caída libre en la clasificación. Pierde su primer partido de 2018 ante su afición en un encuentro en el que sí generó fútbol, pero le faltó la definición. Sin Maxi Gómez, la vida es, todavía, más difícil.
Ficha técnica del RC Celta - Alavés
RC Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Junior Alonso (Hjulsager, 87'); Fran Beltrán (Emre Mor, 63'), Lobotka, Brais Méndez, Boufal (Pione Sisto, 74'); Iago Aspas y Dennis Eckert.
Alavés: Pacheco; Martín, Laguardia, Ximo Navarro, Rubén Duarte; Tomás Pina, Darko Brasanac (Wakaso, 76'), Manu García; Ibai Gómez, Jony (Borja Bastón, 93') y Calleri (Rubén Sobrino, 74').
Gol: 0-1: Tomás Pina (58').
Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Cabral y Hjulsager por parte del Celta mientras que por parte del Alavés amonestó con cartulina amarilla a Laguardia, Calleri y Pina.