Miguel Cardoso repitió plan. El portugués renunció a la filosofía de la que presumió en su presentación para fiarlo todo al empate. En ocasiones se entiende que se juegue a no perder. El Celta está herido. Está en la enfermería. Como su estrella, Iago Aspas. Pero esta situación anómala no puede ser una excusa para apostar por una propuesta cobarde, totalmente alejada del estilo futbolístico y las condiciones de la plantilla celeste.
En Mendizorroza el Celta se mostró sólido. Se opositó para sumar ese empate que frenaba la hemorragia de derrotas. En Ipurua la historia fue distinta. Mismo esquema. Mismo once, pero el equipo se dedicó simplemente a sobrevivir al asedio de un Eibar que estuvo comandado por Fabián Orellana y que solo el desacierto de Charles, que falló un penalti, mantuvieron con opciones al cuadro celeste de sacar algo positivo de su visita al coliseo armero.
Es complicado extraer conclusiones positivas. La baja de Iago Aspas se está convirtiendo en un lastre para Miguel Cardoso. El portugués no encuentra soluciones. Es incapaz de apostar por un once inicial que genere fútbol y, sobre todo, que alimente a Maxi Gómez, un "killer" que en la única que tuvo esta mañana la mandó al larguero.
La situación del Celta en la zona de tres cuartos es dramática. Emre Mor sigue sin cuajar mientras que Pione Sisto continúa desconectado, lejos de aquel joven futbolista que maravilló a Europa hace dos temporadas. Boufal era el único factor que podía aportar algo de creatividad en la zona de tres cuartos. Sin embargo, el "19" celeste volvió a ser suplente. Sin él sobre el verde la sensación de peligro fue inexistente, tanto como un centro del campo que no carburó. Ni controló el juego ni pudo frenar el ímpetu y el vendaval de un Eibar que acabó haciendo justicia en la recta final del partido tras disponer de varias acciones claras para inaugurar el marcador, entre ellas la del penalti fallado por Charles Dias.
El Celta de Cardoso ha aprendido que no basta con encajar pocos goles. La clave del fútbol es marcar más que el contrario. Y sin ataque es imposible perforar el marco rival. Miguel Cardoso quiere fiar esas opciones de ataque con las acciones a balón parado o la fiabilidad de Maxi Gómez. Este mediodía, ni una ni otra. Sergi Enrich ajustició la racanería del portugués al cazar un rebote en el área en los últimos minutos del choque. Duro varapalo para un Celta que no supo ser valiente e ir a por la victoria, tres puntos que habrían permitido abrir una pequeña brecha con los puestos de descenso.
Ficha técnica del Eibar - Celta
Eibar: Dimitrovic; Rubén Peña, Ramis, Arbilla (Bigas, 74'), José Ángel; Pape Diop, Joan Jordan (Escalante, 64'), Orellana, Cucurella (Marc Cardona, 81'); Sergi Enrich y Charles.
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araujo, David Costas (Hjulsager, 88'), Hoedt, Juncá; Okay (Fran Beltrán, 64'), Lobotka, Brais Méndez, Jensen (Boufal, 68'); y Maxi Gómez.
Gol: Sergi Enrich (87').
Árbitro: Cuadra Fernández (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Cote por parte del Eibar mientras que por parte del Celta vio cartulina amarilla David Costas.