El Celta regala ilusión por el Día de Reyes firmando su billete a octavos de Copa

Alfon, clave en la victoria en Santander // RC CELTA

"No pain, no gain". Podría ser una frase tatuada en el Celta, en su centenaria historia que acumula episodios agridulces. El destino quiso que el 5 de enero, Víspera de Reyes, el Celta se enfrentara en Copa del Rey al Racing de Santander, uno de los mejores equipo de Segunda División. El reto era importante. Se ponía a prueba ese eterno sueño de hacer algo grande en la competición del KO. Claudio Giráldez iba prácticamente con todo a tierras cántabras. Eso sí, en el once titular decidió mantener a Iván Villar en detrimento de Guaita y a ubicar un centro del campo conformado por Hugo Sotelo y Fran Beltrán, dejando en el banquillo a un Ilaix Moriba que se está convirtiendo en un jugar capital para el cuadro celeste. Arriba, Iago Aspas, ya sin molestias, formaba la tripleta ofensiva para Alfon y Pablo Durán, que ya cuajaron una gran actuación en Liga en el triunfo liguero frente a la Real Sociedad.

La eliminatoria no era sencilla, y no lo fue. El Racing de Santander empezó adelantándose en el marcador. Los locales aprovechaban una contra poco después de que Alfon, ex del Racing, rozase el tanto inicial al lanzar el esférico al larguero. Sería el propio Alfon el encargado de firmar la igualada en el ecuador del primer tiempo. El Celta lograba neutralizar ese primer golpe. Ya pasada la media hora de juego, el camino parece que se allanaba para los de Claudio Giráldez al mostrar el colegiado González Fuertes roja directa a Álvaro Mantilla. En superioridad numérica, era el momento de asestar el golpe definitivo para sellar el billete a octavos de final.

Pero el Celta se complicó la vida. Con un centro del campo que no generaba juego, el Racing de Santander fue creyendo en el milagro. En el minuto 70, nuevo golpe. Pese a la inferioridad numérica, el Celta regalaba un gol al rival, un autogol con el que El Sardinero soñaba ya con la proeza. Pero este Celta, pese a que tiene mucho que mejorar lejos de Balaídos, no es ese equipo que tiene mandíbula de cristal. Claudio Giráldez dio entrada a Ilaix Moriba y con un Alfon que se está erigiendo en el gran tapado de la temporada acabaron comandando una reacción que tuvo su premio final sobre la bocina. Primero, con el gol en propia puerta del Racing de Santander que ponía las tablas en el electrónica y, ya en el descuento, con el segundo gol de la tarde a Alfon que dispara la ilusión copera de un Celta que estará en el siguiente bombo de la competición del KO, una Copa del Rey con un claro sabor gallego tras las proezas logradas por el Pontevedra eliminando al finalista de la pasada edición, el Mallorca, y el Ourense al Valladolid.

Salir de la versión móvil