El Celta atraviesa una crisis que traspasa lo futbolístico. Pocas veces una campaña para incentivar al abonado ha acabado con un resultado tan negativo. El problema de la plataforma online para despachar a los socios entradas a precios reducidos mudó en dos invitaciones. Gratuitas. Se cambiaba el proceso por Internet por el analógico. Era el regreso de las colas a las taquillas de Balaídos. Las entradas se agotaron en dos horas y la reventa entró a escena en portales como Milanuncios.
El celtismo manifestaba de nuevo su enfado. Lo había hecho primero con los problemas en la venta de entradas online y posteriormente con tener que hacer cola de forma presencial cuando un buen número de aficionados no están en Vigo en pleno horario laboral. El siguiente cabreo residía en el lucro personal de algunos "celtistas". Pues bien, el club ha emitido un comunicado señalando que se aplicará el régimen interno a los abonados "que ya identificó y que en las últimas horas trataron de obtener réditos" de las invitaciones destinadas para el encuentro del próximo domingo ante el Sevilla (18:30 horas). La entidad que preside Carlos Mouriño destaca que "no tolerará bajo ningún concepto este tipo de prácticas, tanto reventa como lucrarse con el carnet, que perjudican a los abonados del club".
El Celta apunta en la nota que trabaja "desde hace varios años y de forma intensa" en la erradicación de la venta de entradas o invitaciones para los encuentros que se disputan en Balaídos "por el prejuicio" que causan a socios y aficionados del club. Además, la entidad expresa "el lógico malestar" que provocó entre el celtismo la oleada de reventa online ante la gran demanda que hubo de invitaciones para los abonados.
Queda saber ahora cuál será la sanción para los abonados que hayan optado por vender las invitaciones para el choque de este domingo y si en los tornos se establecerá algún tipo de comprobación tanto con los carnets como con las entradas que sean nominales.