La grada de Marcador inicia hoy su despedida. El Celta afrontará esta temporada sin el aliento de una de sus gradas más animosas. El impulso de las miles de gargantas de Marcador no estará año. Este lunes se inició la demolición de la grada con el desmontaje de algunos elementos de su infraestructura. Es un nuevo avance en el derribo total de un espacio cargado de historia y de vivencias. De alegrías y sufrimientos. El fútbol y su memoria forman parte de este espacio donde hemos gritado y nos hemos abrazado. De los goles de Gudelj que firmaron el ascenso en la temporada 1991/92 a los tantos de un EuroCelta que mandó a la lona a Juventus, Ajax o Liverpool.
La reforma de Balaídos prosigue con el desmontaje de Marcador, un operativo que se reinició en la semana en la que el curso futbolístico 2021/22 arranca este domingo en Balaídos con la visita del vigente campeón, el Atlético de Madrid. La demolición total todavía llevará tiempo. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, señaló que el operativo "llevará entre mes y medio y dos meses".
El derribo de la grada será el paso previo a la construcción de la nueva grada de Marcador, una infraestructura que tendrá, como principal novedad, el acercamiento de 30 centímetros de la grada al terreno de juego. La actuación, que cuenta con un presupuesto de más de 16 millones de euros (16.650.000) está costeada en su totalidad por el Concello de Vigo y la Deputación de Pontevedra. La nueva grada constará de dos partes: Marcador Alto con 2.441 butacas y Marcador Bajo, con 3.977. Entre ambas el aforo será de 6.418 personas.
Otras características que supondrá la renovación de la grada de Marcador será la construcción en el subsuelo de una sala de conferencias y una serie de almacenes, dependencias que serán de titularidad municipal. En la parte exterior, se hará una zona porticada sobre el vial exterior. Desde este punto habrá ocho ascensores, que son los que van a dar servicio al estadio de Balaídos junto a los ocho elevadores que se instalarán cuando se reforme la grada de Gol.