Un drama. El Deportivo sigue inmerso en una pesadilla, una pesadilla que no parece tener fin. El cuadro herculino está descubriendo que el descenso a Segunda B no era el fondo. La peor noticia para el equipo coruñés es que ese fondo todavía no lo ha tocado. Lo desconoce. Esa travesía por la categoría de bronce del fútbol español es mucho más que una especie de penitencia. El Deportivo agranda su crisis tras caer en Vigo ante el Coruxo, una derrota que aumenta, todavía más, una hemorragia que, curiosamente, se inició hace casi dos meses al caer en Riazor ante el Celta B.
Los verdes doblegaron en el derbi gallego al Dépor gracias a la solidez mostrada, sobre todo, en los primeros 45 minutos. El equipo vigués, bien plantado sobre el tapete de O Vao, fue mejor que su adversario en las dos áreas. En el ecuador del primer acto, Moha cazaba un rechace en el área visitante tras un lanzamiento de saque de esquina. El futbolista del Coruxo aprovechó la ocasión para abrir el marcador y dar un paso más hacia la victoria ante uno de los históricos equipos del fútbol nacional.
El Deportivo era incapaz de dominar al Coruxo. Estábamos ante un partido igualado, con alternativas. Pasada la media hora de juego, el árbitro sancionaba un claro penalti en el área del Deportivo. Silva no perdonó desde los once metros. Dos a cero. Antes del inicio del segundo acto, Rubén de la Barrera agitaba su equipo. Cuatro cambios de golpe. La reacción llegó con un Dépor que dominó durante buena parte del segundo tiempo. Sin embargo, la falta de puntería -el cuadro coruñés se encontró con el palo hasta en tres ocasiones- impidió al cuadro blanquiazul meterse de nuevo en el partido.
El Coruxo supo resistir. Defender un margen de dos goles que permitieron sellar un valioso triunfo que permite a los de O Vao iniciar la huida de la zona peligrosa de la tabla. Victoria histórica, inolvidable para la afición mientras que el Deportivo continúa en caída libre.