El Celta no olvida a sus leyendas. Y menos a Berizzo. Nunca lo ha hecho. Costó 'pasar página' después del legado que ha dejado durante sus tres temporadas como entrenador. El "Toto", el hombre que devolvió la ilusión al celtismo y que paseó el 'fútbol de salón' de nuevo por el Viejo Continente, recibió este viernes una nueva muestra de cariño tras serle diagnosticado un cáncer de próstata.
Jugadores del Celta, excélticos como Álex López o Pape Cheikh y excompañeros como Gustavo López mandaban ánimos a Berizzo en las últimas horas. La afición también se movilizaba. El celtismo tiraba de simbolismo. Fijaba el momento cumbre del homenaje en el minuto 6, número que defendió el argentino durante los cinco años que defendió la zamarra del conjunto vigués.
El cántico al "Toto" Berizzo inundó ese minuto 6 y los instantes previos al pitido inicial. Las miles de personas que desafiaron al mal tiempo en Vigo enviaron su mensaje de aliento y cariño a ese entrenador que les enseñó, entre otras cosas lecciones, que "para que las cosas sucedan, primero hay que soñarlas".
El equipo de Unzué se jugaba su futuro inmediato. El duelo ante el Leganés era clave para no sufrir apuros en el difícil calendario que depara el mes de diciembre. Pero el celtismo siguió dando muestras de cariño a su exentrenador, a esa especie de guía que casi conduce al Celta hacia la gloria en la Copa del Rey y en Europa League. Su forma de entender el fútbol, su filosofía de vida, su sentimiento y su fidelidad al escudo hacen de Berizzo algo más que un entrenador o un jugador que vistió la Celeste. Ese amor se lo hicieron sentir sus expupilos y la que fue, es y será su afición para siempre.
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¿Por qué Berizzo es una leyenda en el Celta?
En la época reciente, el celtismo guarda un especial recuerdo de dos épocas, una como jugador y otra como técnico. Su llegada se produjo en el mercado de invierno del curso 1999/2000 procedente del Olympique de Marsella. Su labor fue clave para que el cuadro celeste pudiera meterse en la Intertoto, título que acabaría conquistando.
Desde entonces el "Toto" fue indiscutible para Víctor Fernández y para Miguel Ángel Lotina. La pareja que formó con Fernando Cáceres permitió al Celta meterse en la final de Copa del Rey de 2001 -que acabaría cayendo ante el Real Zaragoza- y siendo clave para lograr la histórica clasificación a la fase final de la Champions League.
En Vigo firmó su mejor etapa en el fútbol europeo, algo más de un lustro en el que también jugó en el Celta que logró el ascenso de la mano de Fernando Vázquez. En 2005, Eduardo Berizzo abandonó la nave celeste para poner rumbo al Cádiz. En 2006 colgó las botas.
Tras formarse como uno de los alumnos aventajados de Marcelo Bielsa, Eduardo Berizzo ha logrado consolidarse como uno de los entrenadores emergentes más importantes del mundo. Su mayor logró llegó con O'Higgins en Chile, donde conquistó el Torneo 2013/14 y la Supercopa de Chile.
Su leyenda en el Celta se agrandaría tras sus tres temporadas en el banquillo celeste. El "Toto" supo mejorar la versión de Luis Enrique. Supo dar su impronta a un equipo que rozó hasta en dos ocasiones la final de la Copa del Rey y que, el año pasado, hizo historia en Europa tras alcanzar por primera vez las semifinales de una competición europea. Lo que sucedió ante el Manchester United en Old Trafford también forma parte de la eternidad, una eternidad que ha agrandado todavía más la figura de Eduardo Berizzo, para muchos el mejor entrenador en los 94 años de vida del Celta.