La meteorología que hubo este miércoles en Vigo fue una premonición de lo que iba a suceder en el encuentro ante la SD Huesca. El partido estuvo tan loco como el cielo. El equipo vigués firmó una primera parte de oficio. El gol tempranero de Brais Méndez facilitaba las cosas. El mosense, en el primer cuarto de hora de juego, aprovechaba una preciosa combinación entre Aspas y Lobotka para batir a Santamaría. Precisamente, el goleador abandonaba poco después el choque por culpa de unas molestias (3-3).
El Celta supo contener las acometidas de una SD Huesca que se vio obligaba a cambiar de dibujo antes del intermedio. Francisco daba entrada a Ferreiro y ponía línea de cuatro atrás. El conjunto vigués se mostraba sólido. Con un Lobotka que posiblemente firmó sus mejores minutos del curso y con un Iago Aspas que es una constante amenaza para las zagas contrarias. El primer acto terminaba con un nuevo susto para los locales. Ryad Boudebouz, que había relevado al lesionado Brais Méndez, enviaba un obús que se estrellaba contra la madera de la portería oscense.
La segunda parte fue una locura. Una auténtica montaña rusa. El Celta golpeaba primero. Iago Aspas aumentaba distancias en el marcador. Francisco movía de nuevo banquillo. Daba entrada a Enric Gallego por Herrera. Más pólvora. El movimiento le salió a la perfección al técnico local. El ariete, que llegó en el mercado de invierno al conjunto alto aragonés, reducía distancias. Todavía quedaba vida para una SD Huesca que esta temporada ha demostrado semana a semana su ejercicio de fe. Esa fe le llevó a encerrar en su campo al Celta. El equipo vigués no supo resistir el arreón y probó en sus carnes lo que sufrió el Villarreal el pasado sábado en Balaídos. La ventaja de dos goles se esfumaba. Chimy Ávila y Pulido volteaban el electrónico.
El Celta dejaba escapar una oportunidad inmejorable para lograr una victoria que le permitiera salir del descenso. El Alcoraz estaba desatado. Su equipo, sus hombres, habían conseguido lo más difícil. Sin embargo, Iago Aspas todavía guardaba la última bala en su cartucho. Una asistencia fue aprovechada por Boudebouz, que con la colaboración de un defensa rival, sorprendió a Santamaría y restablecía las tablas en el marcador.
El partido siguió inmerso en una montaña rusa, en una espiral de locura en la que un error clamoroso de Hoedt casi provoca la derrota. Enric Gallego, en esta ocasión, falló cuando tenía prácticamente vacía la portería defendida por Rubén Blanco. El mosense, con varias intervenciones de mérito en el segundo tiempo, también volvió a ser determinante en este ejercicio de supervivencia del Celta en El Alcoraz.
El conjunto vigués da un pequeño paso hacia esa permanencia. Las sensaciones son extrañas. Se esfumaron dos puntos por culpa de los errores atrás y de un Fran Escribá que estuvo lento a la hora de realizar los cambios. El tanto celeste en la recta final del choque permite arañar un punto que permite al Celta acercarse a Villarreal, Levante y Valladolid. El domingo, nueva final ante la Real Sociedad. Esperemos que con Aspas, que dejó el partido en el minuto 81 con molestias.
Ficha técnica del Huesca - Celta
Huesca: Santamaría; Herrera (Enric Gallego, 58'), Etxeita, Mantovani, Pulido, Javi Galán; Musto (Ferreiro, 35'), Rivero, Moi Gómez; Chimy Ávila (Melero, 77') y Cucho Hernández.
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Hoedt, Olaza; Okay, Lobotka, Brais Méndez (Boudebouz, 20'), Boufal; (Jozabed, 90') Iago Aspas (Emre Mor, 81') y Maxi Gómez.
Goles: 0-1: Brais Méndez (14'); 0-2: Iago Aspas (57'); 1-2: Enric Gallego (63'); 2-2: Chimy Ávila (71'); 3-2: Jorge Pulido (73'); 3-3: Boudebouz 81').
Árbitro: Cordero Vega (comité cántabro).