Sube el Celta, baja el Dépor. La buena noticia para la afición del equipo vigués es que Iago Aspas es el dueño de ese ascensor futbolístico. Sus dos goles y su movimiento táctico en el tanto de Wass que abrió el marcador cierran el debate sobre su presencia en la Roja y, sobre todo, la incógnita sobre quién es el dominador del fútbol gallego.
Galicia fue, es y, parece que seguirá siendo celeste. El equipo vigués ha sabido madurar desde su agónica permanencia en 2013. Esa salvación milagrosa supuso el descenso para el Deportivo y, de paso, un cambio de tendencia. Desde entonces, el conjunto coruñés intenta acercarse, pero Iago Aspas sigue agrandando esa distancia entre los dos grandes equipos del fútbol gallego.
El moañés ya no es aquel joven que cayó en la provocación de Marchena hace casi un lustro. Sus dos años lejos de Vigo le han servido no sólo para madurar, sino para convertirse en la estrella de su Celta y en una de las referencias de LaLiga Santander.
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Iago Aspas ha culminado su mejor año deportivo. Y lo ha hecho asaltando, por segunda vez en 2017, el feudo del eterno rival. "No me recibirán con flores", admitía el moañés en los días previos al derbi gallego. Supo asumir su papel. Tiró de cabeza fría y corazón caliente para firmar otro partido de ensueño en una de las citas señaladas de la temporada.
Las estadísticas hablan por sí solas. El fútbol no es ciencia, pero los números de Aspas son el mejor aval para demostrar por qué un sector importante del celtismo se plantea si el moañés es el mejor jugador que ha vestido la zamarra celeste. Debates aparte, el "10" del Celta ha sido el 'MVP' del clásico del fútbol gallego anotando dos tantos en sus dos únicos remates entre los tres palos.
En el primer gol también fue clave. Arrastró a su marcador para que Daniel Wass aprovechase la asistencia medida de Pione Sisto. Además, Iago Aspas fue un incordio para un Luisinho que acabó caricaturizado.
Iago Aspas regaló dos celebraciones que ya forman parte de la historia de los derbis. La del primer tanto fue casi un calco de la de hace sólo unos meses. En la segunda, con un golazo de falta espectacular, abrió los brazos como una leyenda, un gesto que recordó a la pose de talentos como Eric Cantona o Lionel Messi, que asaltaba unas horas antes el Santiago Bernabéu. El gesto de Aspas emulaba también los brazos en cruz de Leonardo DiCaprio en "El lobo de Wall Street", la película dirigida por Martin Scorsese en la que da vida al corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort. No haremos spoiler. Esténse tranquilos. Lo que sí diremos es que Iago Aspas es el lobo del derbi gallego.