El Celta hace las deberes. Superó con nota el reto que propone la Copa del Rey de medirse a un conjunto menor categoría. Es un caramelo envenenado, pero en el caso del equipo vigués hay que admitir que disputar la eliminatoria en el un estadio como el Carlos Tartiere beneficiaba a los del Chacho Coudet. El preparador argentino, no obstante, no quería sorpresas. Hizo rotaciones, pero la formación inicial incluía a titulares como Brais Méndez, Denis Suárez o Murillo. Incluso Aidoo podría considerarse como uno de los fijos para el técnico celeste.
La alineación permitía hacer probaturas. Examinar el fondo de armario del Celta. Sergio Carreira, Fontán, Okay o Lautaro, como posible recambio de Santi Mina para próximos encuentros, tendrían su oportunidad. El conjunto vigués supo ir madurando el encuentro. Se adueñó del esférico y fue madurando un encuentro que con el paso de los minutos fue teniendo un claro tono celeste. La UD Llanera apenas puso en aprietos el sueño copero de los vigueses. En la recta final del primer acto llegó la jugada que desequilibró de forma definitiva. Lautaro de León remataba con sutileza un buen centro raso de Sergio Carreira.
La segunda parte fue la de rubricar el billete a la siguiente ronda. El Chacho Coudet fue moviendo banquillo. Dio entrada a Nolito por Denis Suárez. El cambio pronto dio sus frutos. El sanluqueño aprovechaba un buen pase de Emre Mor para abrir distancia en el electrónico. Poco después, sería el atacante turco el encargado de dejar sentenciado el choque tras transformar una preciosa jugada individual.
El preparador argentino daba entrada a otros tres indiscutibles. Iago Aspas, Hugo Mallo y Renato Tapia. El moañés dejó su huella en esta edición de la Copa del Rey con dos asistencias. Nolito y el propio Hugo Mallo serían los encargados de redondear una "manita" que confirma el buen estado de forma del Celta. Este equipo se pide otra "ronda". El viernes, sorteo para conocer al nuevo adversario.