España ha vuelto a defraudar. No es la Eurocopa o el Mundial, pero el liderato de la recién estrenada UEFA Nations League, que parecía hecho hace unas semanas, prácticamente se ha esfumado. La Roja de Luis Enrique ha caído por la mínima ante Croacia (3-2). Una de las claves del resultado adverso ha estado en el seleccionador nacional. El preparador asturiano optó por refrescar el ataque a la hora de partido. Asensio por Rodrigo y, el más clamoroso, Morata por Aspas.
El moañés no cuajó una primera parte. Eso es innegable. Pero Aspas demostró en el segundo acto que tiene el talento y el carácter necesario para comandar la vanguardia de La Roja. El gol de Ceballos, el del empate a uno, salió de sus botas. El atacante celeste filtró un pase al espacio para que Isco dejase en bandeja el gol a su compañero en el Real Madrid.
España siguió sufriendo en defensa. Sergio Ramos y Sergi Roberto están lejos de su mejor versión. La Roja siguió estando lenta en el repliegue. La retirada de Aspas acabó por lastrar la creatividad del combinado nacional en la zona de tres cuartos. Todo quedaba hipotecado a Isco o a las subidas de los laterales.
La Roja creó ocasiones. Supo reaccionar tras el segundo gol de Croacia. Sergio Ramos volvía a poner las tablas en el electrónico al transformar una pena máxima. Mientras tanto, en esas acciones que podrían haber permitido a España culminar su billete hacia la "Final Four" Álvaro Morata demostraba que el "nueve" de España merece ser Iago Aspas. El delantero madrileño estorbó a Isco, neutralizó un remate desde fuera del área y fue incapaz de cabecear a la red en línea de gol un rechace de Kalinic tras un disparo de Sergi Roberto.
España todavía tiene opciones de meterse en la Final Four de esta UEFA Nations League. Sin embargo, no depende de sí misma. La Roja mirará a Wembley. "Jugará" su particular partido en el enfrentamiento que disputarán Inglaterra y Croacia. Si empatan, finalizará líder de grupo; si ganan ingleses o croatas, estará eliminada.