O Marisquiño y Vigo mantendrán su idilio, al menos, hasta 2023. Así lo ha confirmado esta mañana Abel Caballero, que anunció que ha llegado a un acuerdo con los organizadores del festival de deporte y cultura urbana. El regidor vigués señaló que este mes de agosto ya se celebrará una nueva edición del evento y avanzó que en el verano de 2022 se celebrará la "edición más importante de la historia de O Marisquiño".
El anuncio de Abel Caballero pone fin a dos semanas de incertidumbre. Los organizadores del evento comunicaban que se iban finalmente de la ciudad olívica debido al recorte de financiación de un 70% de los fondos del Concello de Vigo y de la Deputación de Pontevedra. El regidor vigués se mostraba optimista e incluso anunciaba que la urbe gallega contaría con el mayor evento de cultura urbana más importante de Europa en 2023.
El pasado miércoles, el alcalde de la ciudad olívica dejaba entrever que O Marisquiño seguiría en Vigo. Abel Caballero, en modo enigmático, aseguraba haber tenido conversaciones con los organizadores del festival. Solo unos días después, el regidor vigués confirma que una de las citas más importantes del año en la ciudad seguirá, al menos, hasta 2022.
La historia de Vigo y O Marisquiño está envuelta en las continúas polémicas sobre el posible abandono del festival. El hundimiento en 2018 de un muelle sobre el que se celebraba un concierto fue uno de los momentos más duros y complejos de esta intensa y difícil relación. Ese muelle sigue hoy sin estar reconstruido y, aunque finalmente el Puerto asumió su reparación, las obras se encuentran todavía en su fase inicial, tres años después, y no estarán listas para este verano. Aunque la pandemia tampoco permitiría su celebración, según defienden desde el Concello.
En 2019 el nuevo director del festival, Joako Ezpeleta, se mostraba “contentísimo” con la presencia de todas las administraciones que apoyaban el festival y descartaba en una entrevista con Metropolitano.gal cualquier posible marcha de la ciudad, la decisión municipal de reducir la aportación económica al no poder celebrarse en su totalidad volvió a recuperar las tensiones.
El lunes de la semana pasada, la Xunta tomaba el camino opuesto y anunciaba que ampliaba la subvención autonómica hasta los 200.000 euros, una cantidad que se entregaría al festival aunque no se pudiera celebrar de forma plena y normal. “Es un empeño personal del Ejecutivo autonómico salvaguardar el que es uno de los eventos de deporte urbano de mayor repercusión tanto a nivel deportivo como de retorno económico para Vigo”, expresaba la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias.