La lluvia también quiso participar en la sexta edición de la Nocturna Correndo por Vigo. La prueba, a pesar del mal tiempo, logró reunir a más de 1.200 corredores. Correr de noche es una experiencia. Ese es uno de los grandes éxito de esta prueba que ha logrado consolidarse como una de las citas más multitudinarias del "running" en la ciudad. Tras las carreras de los niños, que tuvieron lugar a partir de las 21:00 horas, llegaba uno de los momentos más esperados. Alrededor de las 22:00 horas, centenares de personas cruzaban la línea de salida entre llamaradas de fuego y la música de AC/DC para afrontar los primeros metros.
Los elementos dificultaban un circuito bastante sencillo. El primer tramo de la carrera popular es prácticamente llano para hasta llegar a Praza América. Era momento de coger sensaciones para afrontar la parte más difícil de la Nocturna Correndo por Vigo, la subida por la Avenida Castelao. Tras cruzar toda la avenida, la serpiente multicolor (con clara tonalidad negra debido a la camiseta oficial de la prueba) giró por calle Porriño hasta tomar la calle Baiona rumbo a la rotonda, momento en el que se afrontó la subida por la calle Redondela para retorna de nuevo a la Avenida Castelao. Tras unos metros por otro de los puntos más importantes del itinerario de la cuarta cita del circuito Run Run Vigo, los "runners" continuaron desgastando la suela de sus zapatillas por Quintela, la calle fotógrafo Ángel Llanos, Praza da Tellada, Darío Durán y Avenida de la Florida, donde tocaba superar la recta final de la primera de las dos vueltas.
Los atletas llegaban de nuevo al punto de partido. Para unos, los participantes en la modalidad de 5 kilómetros, el desafío se había completado. Para una buena parte de los "runners nocturnos" todavía quedaba una segunda vuelta. Era el momento de reponer fuerzas para superar de nuevo la subida por la Avenida Castelao. El recorrido estaba memorizado en la mente y en las piernas. Lo peor ya había pasado. Mientras, el mal tiempo seguía haciendo mella, poniendo a prueba la fuerza de voluntad y la resistencia de cada uno de los participantes.
La línea de meta aguardaba. Se atisbaba de reojo en el retorno a la Avenida de la Florida para afrontar los últimos metros de la Nocturna Correndo por Vigo. El premio ya no se podía escapar. La experiencia de hacer una carrera popular bajo la luz de la luna y de un tiempo más propio de otoño que del mes de junio se convertía en una muesca más para añadir en currículo de las más de mil personas que desafiaron a los elementos para probar el asfalto del barrio de As Travesas. La cerveza y la pizza del avituallamiento final, las mejores recompensas.
El triunfo fue para Daniel Bargiela y Ester Navarrete.