The Guardian asegura que el Celta es el equipo divertido de la Liga. La apuesta del Chacho Coudet desemboca en partidos abiertos, de esos que suman adeptos al deporte rey. Hay pizarra. También táctica. Pero la valentía enarbola la idea futbolística del preparador argentino que se ha convertido en el entrenador de moda del fútbol español. El técnico celeste recuperaba su once de gala con el regreso de Santi Mina.
El celtismo conoce el once de carrerilla. No es lo único que sabe que ocurrirá sobre el terreno de juego. La afición tiene la garantía de que su equipo se vaciará en cada partido. Intentará hacer buen fútbol, opositando al triunfo con una apuesta preciosista. Hay talento sí, pero con la calidad no basta. Por ello, predomina la presión, la intensidad de un conjunto que corre más que antes y que también hace muchas más faltas para frenar los ataques de su adversario.
El duelo ante la SD Huesca consolida ese mito que se está construyendo alrededor del Celta del Chacho Coudet. El equipo vigués muestra su visión positiva. Afronta sin miedo que habrá tramos de sufrimiento, pero los encaja sabiendo que también tendrá su oportunidad para golpear a su rival. No hay temor en el cuerpo a cuerpo. Gusta. Los jugadores aman el vértigo. El cuadro oscense también demostró en Balaídos su buen nivel de juego. Su clasificación es engañosa. Protagonizó un duelo bonito con los locales, un duelo disputado en el que los vigueses, finalmente, prolongan su momento dulce con otra victoria que les consolida en la zona noble de la tabla.
La victoria de los vigueses muestran los "dos Celtas". Un equipo con Aspas y Renato Tapia y otro con un escaso fondo de armario. Los hombres del Chacho Coudet hicieron un ejercicio de equipo grande, de oficio. Nolito abrió el marcador pasada la primera media hora de juego. En el segundo acto, Iago Aspas abría distancia en el marcador al deshacerse en un mano a mano del meta Álvaro Fernández.
El encuentro parecía controlado. Tocaba tirar de oficio. El Chacho Coudet apostó por refrescar a sus futbolistas más indiscutibles. Salieron Iago Aspas y Denis Suárez. Posteriormente le tocó ir al banco a Renato Tapia. La SD Huesca dio un paso al frente. La entrada de Rafa Mir y Seoane aportó a los oscenses la profundidad que no tuvo durante los 45 minutos. Rubén Blanco se erigía en el gran salvador, en el hombre más destacado del encuentro. Seoane ponía mordiente a la recta final tras batir al guardameta mosense en un remate cruzado. Los de Michel creían en su supervivencia en Balaídos, en arañar un punto. Este estuvo cerca, pero Rubén Blanco sacó una parada espectacular a un remate de falta de Sergio Gómez, una intervención en plena línea de gol que permitió sellar un nuevo triunfo del Celta de Chacho Coudet.
Hubo sufrimiento. Pero los tres puntos se quedan en Balaídos. El Celta tiene media permanencia bajo el brazo. 23 puntos, un botín impensable hace poco más de un mes. El sueño de Europa también permanece intacto, un anhelo que se asemeja a una utopía en una plantilla demasiado corta que sufre en exceso las ausencias de hombres como Iago Aspas y Renato Tapia. La próxima cita, el gran desafío para los celestes. Visita al Santiago Bernabéu. El entrenador argentino podrá contar con su once de gala al no ver cartulina amarilla Lucas Olaza, Renato Tapia ni Araújo.
Ficha técnica del Celta - SD Huesca
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araújo, Murillo, Lucas Olaza (Aidoo, 90'); Renato Tapia (Miguel Baeza, 83'), Denis Suárez (Okay, 72'), Brais Méndez; Iago Aspas (Fran Beltrán, 72'), Nolito (Fontán, 83') y Santi Mina.
SD Huesca: Álvaro Fernández; Pedro López (Juan Carlos, 81'), Jorge Pulido, Siovas, Javi Galán; Mosquera, Mikel Rico (Seoane, 67'), Borja García (Rafa Mir, 56'); Ferreiro, Ontiveros (Sergio Gómez, 67') y Okazaki.
Goles: 1-0: Nolito (33'); 2-0: Iago Aspas (61'); 2-1: Seoane (84').
Árbitro: Munuera Montero (comité andaluz). Mostró cartulina amarilla a Denis Suárez y Hugo Mallo por parte del Celta.