El Celta, un superviviente en el Sánchez Pizjuán

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Calidad contra contundencia. Lo que te hace grande contra lo que te hace pequeño. Son las dos caras del Celta. Dos visiones que se descubrieron en la exigente visita al estadio del Sevilla. Era la primera salida del curso. Enfrente estaba el líder. El conjunto vigués se puso el traje de superviviente. Estuvo desbordado en la primera media hora de juego por la superioridad de un Sevilla que puso en varias ocasiones a prueba a Rubén Blanco (1-1).

El encuentro era un monólogo. El Sevilla encerraba al Celta en la zona de tres cuartos. El peligro llegaba por las bandas, sobre todo por las constantes subidas de Jesús Navas. Los de Fran Escribá supieron resistir el arreón inicial. La ciclogénesis hispalense concluyó con la pausa de la hidratación, momento en el que el cuadro celeste empezó a asomarse más por el área local y cuya recta final del primer tiempo estuvo marcada por la dura entrada a lo "Smackdown" de Nolito sobre Kevin. Una falta en la que Del Cerro Grande no sancionó ni con cartulina amarilla.

El segundo período fue más igualado. Era el momento en el que afloraba la calidad y la técnica, ingredientes que solo se pueden mostrar cuando tienes el esférico. Sólido atrás, el Celta supo sobrevivir en ese cara a cara ante un Sevilla más intenso y más contundente. Fran Escribá movía banquillo. Refrescaba el ataque con la entrada de Santi Mina por un voluntarioso Toro Fernández.

El panorama empezó a complicarse para el Celta justo cuando empezaba a mejorar. Araújo tenía molestias. Pensó que podía completar los 90 minutos. Escribá decidía mantener el relevo de Hugo Mallo por Kevin. El entrenador valenciano se veía obligado a agotar los cambios poco después por la lesión del mexicano.

Tocaba el ejercicio de supervivencia. La muralla celeste se desmoronaba justo en el apartado donde más había sufrido, en la estrategia. Franco Vázquez aprovechaba la endeblez en la marca de los célticos para enviar un certero cabezo a un lateral de la portería de Rubén Blanco. Imposible para el generador de milagros de Mos.

El Celta supo reaccionar. Parecía imposible sacar algo positivo del Sánchez Pizjuán, pero emergió el talento. Una bonita combinación entre Santi Mina y Denis Suárez permitía al cuadro celeste restablecer casi de inmediato la igualada en el electrónico. El salcedense se estrenaba como goleador en un campo que fue su casa y una semana después de fallar el lanzamiento de penalti ante el Valencia.

La recta final fue una prueba de fuego para el corazón de la afición. El joven Bryan asestaba un manotazo a Lucas Olaza que dejaba noqueado al defensor uruguayo. El Celta tendría que disputar los últimos diez minutos del encuentro en inferioridad numérica. Una nueva prueba para este nuevo equipo que quiere aprender a sufrir. El cuadro de Fran Escribá supo resistir al empuje local y arañar un valioso punto de uno de los estadios más complicados y exigentes de la competición.

El Celta mantiene sus buenas sensaciones. Talento, calidad y gol le sobran. Los de Fran Escribá deben mejorar en contundencia defensiva, en esa intensidad que puede provocar que en ocasiones se escapen puntos. La temporada pinta bien para un conjunto vigués que se va al parón liguero con 4 puntos, una victoria y un empate ante tres de los rivales más potentes de LaLiga Santander.

Ficha técnica del Sevilla - RC Celta

Sevilla: Vaclik; Jesús Navas, Diego Carlos, Carriço, Reguilón; Fernando, Banega, Jordán (Franco Vázquez, 70'); Munir (Bryan, 55'), Nolito (Rony Lopes, 79') y De Jong.

Celta: Rubén Blanco; Kevin (Hugo Mallo, 65'), Aidoo, Araújo (David Costas, 76'), Lucas Olaza; Fran Beltrán, Lobotka, Brais Méndez, Denis Suárez; Iago Aspas y Toro Fernández (Santi Mina, 53').

Goles: 1-0: Franco Vázquez (81'); 1-1: Denis Suárez (84')

Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla por parte del Sevilla a Munir, Diego Carlos, Fernando y Bryan mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Kevin y Brais Méndez.

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