Desesperación. Impotencia. El Celta sigue en caída libre. La peor noticia no es la enésima derrota, sino que todavía no se ha tocado fondo. No es solo la ausencia de Iago Aspas. Es la falta de fútbol, de intensidad y, sobre todo, de alma. 2019 está siendo una pesadilla, una hemorragia de cuatro derrotas consecutivas (cinco si se cuenta la última de 2018) que hunden al cuadro celeste en el pozo de la máxima categoría.
Pucela fue celeste en la grada, pero no en el verde. Alrededor de 1.000 gargantas alentaron a los celestes. Zorrilla había sido clave para el ascenso y para la permanencia. Sin embargo, ese cambio de dinámica no llegó. El plan de Miguel Cardoso sigue sin funcionar. Su filosofía y su estilo de juego son pura teoría. El equipo está desconectado. No funciona ni a nivel físico ni táctico. Su posesión es infructuosa. Ni genera ocasiones de balón ni permite controlar a un adversario que tira de intensidad para doblegar a un Celta que queda muy tocado tras esta derrota ante un rival directo como el Real Valladolid.
El encuentro arrancó bien para los intereses del Celta. Fallo en la salida de balón del conjunto pucelano que supo rentabilizar Pione Sisto. El remate del danés, que contó con la colaboración del defensa, se coló por la escuadra de la meta defendida por Masip. La situación se ponía de cara. Como en Vallecas y como ante el Valencia. Sin embargo, el equipo de Miguel Cardoso se fue descomponiendo con el paso de los minutos. Rubén Blanco tiraba de repertorio de paradas para mantener el cerrojo hasta el intermedio.
El final del primer acto se convertía también en un aliado para el conjunto vigués. Tocaba reflexionar. Ajustar ideas para superar el arreón de un Valladolid que necesitaba también un buen resultado ante su afición. El Celta, en cambio, siguió languideciendo. La herida continuaba abierta. Rubén Blanco hacía una de las mejores paradas de la temporada en la recta inicial del segundo período. Poco pudo hacer el mosense ante el remate mordido de Óscar Plano en la frontal del área pequeña. El Valladolid encontraba premio a su insistencia y asestaba un golpe letal a un equipo débil de mente y de piernas.
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Cardoso decidía reforzar el centro del campo. Retiraba a Sisto y daba entrada a Fran Beltrán. El Celta logró tener más el esférico, pero sus amenazas al área rival se basaban en jugadas aisladas de Sofiane Boufal. Mientras tanto, el Real Valladolid quería más. Los blanquivioletas estaban ante la ocasión perfecta para huir de los puestos de peligro. Un cuarto de hora después del tanto de Óscar Plano, Keko recibió una buena apertura del debutante Sergi Guardiola, controló el balón, armó la pierna y mandó el esférico al fondo de la red de Rubén Blanco.
El Celta veía, otra semana más, cómo perdía la ventaja en el electrónico. Sufría una nueva remontada rival. El entrenador movía banquillo. Apostaba por Hjulsager para explotar la baza de los centros laterales en busca de Maxi Gómez y de "Manolito" Apeh, que se estrenó en competición oficial con el primer equipo. El equipo vigués buscó el empate, pero no llegó. Sufrió la dudosa expulsión del Hoedt en los últimos minutos de juego. El partido murió sin una ocasión clara que permitiera soñar a los 1.000 aficionados que acudieron a Zorrilla con sacar algo positivo de Pucela.
El drama se había consumado. El Celta está en la UVI. Queda en una situación delicada, situación que el propio Hugo Mallo confirmó al término del partido. "El que no esté preparado, fuera". El marinense, que avaló a Miguel Cardoso, fue crítico con algunos de sus compañeros. Quién sabe si estas palabras fueron un triunfo, un primer paso para salir del bache que ha dejado al Celta en el precipicio de Primera División.
Ficha técnica del Valladolid - Celta
Real Valladolid: Masip; Antoñito, Kiko Olivas, Calero, Nacho; Michel Herrero (Anuar, 89')), Rubén Alcaraz, Keko (Borja Fernández, 83'), Toni Villa (Verde, 69'); Óscar Plano y Sergi Guardiola.
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araujo, Hoedt, Juncá; Lobotka (Hjulsager, 75'), Jozabed (Apeh, 83'); Brais Méndez, Boufal, Sisto (Fran Beltrán, 58'); y Maxi Gómez.
Goles: 0-1: Pione Sisto (16'); 1-1: Óscar Plano (55'); 1-2: Keko (69').
Árbitro: Sánchez Martínez (comité murciano).