Abre una sala swinger única en el área de Vigo con 7.000 metros de fantasía

Tras sus puertas, un universo de diversión. Eso es lo que propone Horus, una sala swinger que acaba de abrir y se presenta como un espacio único en todo el área de Vigo. Se trata de un lugar en el que lo que prima es la libertad por encima de todo, con cerca de 7.000 metros cuadrados de superficie.

La cultura swinger está más presente en la sociedad actual, aunque no siempre a simple vista. El intercambio de parejas es solo una concepción más de las relaciones personales, que busca satisfacer necesidades o curiosidades de quienes lo practican. Swinger puede ser un matrimonio, una pareja recién formada o unos amigos que quieren experimentar. Y Horus pretende ser un templo para todos ellos y ellas, y muchas más personas.



"Aquí lo importante es pasarlo bien, puede ser bailando, conociendo a alguien, mirando o disfrutando de las habitaciones privadas", explica Patricia, gerente del local. Porque este espacio quiere ser, ante todo, un templo de la diversión. "No hay por qué hacer nada, y si lo haces también está bien", apostilla.

Pista de baile, mazmorra, habitaciones y piscina

Un gran salón-pista de baile da la bienvenida al recinto. Allí suena música "de culto", explica Patricia, porque eso es esencial para el disfrute. Es un espacio en el que se puede conocer a alguien y charlar. En el piso inferior hay espacios más íntimos como, por ejemplo, la jaula, que está pensada para disfrutar con la vista. En la planta superior se han preparado detalladas habitaciones temáticas disponibles para todos los clientes. Y en el exterior, una zona de piscina con cerca de 1.000 metros cuadrados.

Este enorme complejo ubicado junto a la A-52 acogerá celebraciones de todo tipo para que todo el mundo se sienta bienvenido y bienvenida, desde noches de solteros hasta eventos swingers o fiestas de semáforo en las que cada persona detalla qué está buscando. Todo bajo unas estrictas normas, como la prohibición de acceder con móviles o respetar los deseos del resto de personas.

Este no es un lugar desconocido, durante mucho tiempo era conocido como Club Vitiza. Patricia busca romper con aquella fama, y lo está haciendo a pesar de todo. Cuando decidió erradicar aquel pasado vinculado con la prostitución, asegura que sufrió presiones por parte de antiguos clientes. Para asegurarse de que no se ejercía en este nuevo espacio decidió poner en marcha un resort gay, algo que también provocó numerosos ataques homófobos.



Ahora, empieza una nueva etapa abriendo este "templo de Horus" a todo el mundo. Y lo hace buscando que allí cualquier persona se sienta libre: "Cuando la gente pide intimidad, esta es la mejor opción". Patricia propone este lugar como alternativa a "todas esas citas de aplicaciones y relaciones de internet; conozcámonos en persona".

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