Ourense es un territorio que siempre ha destacado por su calidad gastronómica, con pulperías, mesones y tabernas que hacen las delicias de los amantes del buen comer. Pero la ciudad esconde también un local moderno, que ha hecho bandera de la cultura y que conquista al público más alternativo. O, por lo menos, así era hasta ahora.
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El Mur Marxinal despide las fiestas, y con ellas su andadura. Resulta paradójico que justo se despida tras estas celebraciones, en las que ha brillado lleno de vida y de gente, especialmente de quienes han visitado el local procedentes de otros puntos de la geografía gallega. Tras varios años aportando la nota discordante, su llamativo local del número 11 de la calle Manuel Murguía cierra para siempre.
Lo han anunciado con una emotiva publicación en sus redes sociales, en la que no han querido olvidarse de nadie. El Mur Marxinal llegó a convertirse en uno de los motores culturales en una ciudad en la que no siempre resulta fácil esta labor. Además de un sabroso espacio gastronómico, este espacio contaba con una amplia nave en la que convivían piezas dispares de mobiliario, un cubo de transporte marítimo que servía de sala de exposiciones y un escenario para conciertos. No sorprende que se convirtiera en una de las recomendaciones de la Guía Repsol en Galicia.
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Estos ingredientes lograron atraer a artistas de todas partes, que a su vez llamaban a un público fiel que encontraba en el Mur un templo de la cultura. Allí, incluso se llegaron a celebrar incluso bodas. Aunque no todo ha sido fácil, aseguran. En estos intensos 5 años, han aprendido también a base de golpes, como cuando perdieron su cuenta de Instagram que había cautivado a muchos seguidores por toda Galicia.
Sobre el futuro, no hay nada claro. Aseguran que ahora les "toca hacer las maletas" y por ello están tratando de vender los icónicos objetos que decoraban la nave del Mur Marxinal. Solo piden una última cosa a su público, "hacer esta última publicación viral" dejando claro que el proyecto no muere, sino que seguirá viviendo en los recuerdos de quienes lo quieren. Solo les queda invitar a quien quiera a seguir dando vida a este hermoso espacio escondido en Ourense.