Adiós al Matina, el mítico café del Casco Vello alto echa el cierre y busca relevo

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Uno de los locales ya históricos del “nuevo” Casco Vello alto se despide. La cafetería Matina, especializada en desayunos y brunch anuncia su despedida si nadie lo remedia. Los actuales propietarios dejan el timón ocho años después de abrir por primera vez junto a una nueva ola de negocios, de los que ya casi ninguno sobrevive.

En un mensaje en redes sociales, los dueños explican que “oito anos despois, a equipa de Matina segue crecendo en novos proxectos vencellados á cultura e á saúde”, lo que se traduce en un cierre del local para hacer frente a nuevos camino profesionales. Sin embargo, abren la puerta a que un nuevo gerente con nuevas energías se haga cargo del local. “Non queremos deixar Matina nun punto e final, así que buscamos a alguén que quera darlle continuidade á marca co mesmo cariño e dedicación que o fixemos todos e a todas nós”, explican.

Al abrigo de las condiciones de alquiler preferentes y muy favorables aprobadas por el Consorcio do Casco Vello para dotar de actividad comercial al barrio, la calle Abeleira Menéndez se llenó entre 2012 y 2013 de espacios creativos y de economía colaborativa con la apertura de La Factoría del Arte, una promotora cultural, A Horta de Abeleira, una tienda de ultramarinos, JT – Javier Teniente, un estudio y galería fotográfica, y A Tenda do Avó, un espacio de venta de alimentos tradicionales gallegos y ecológicos. Además del propio Matina.

Sin embarco, con el paso del tiempo todos ellos fueron cerrando y de esa primera hornada de aperturas solo se mantenía la cafetería de desayunos y brunch. La calle ha ido perdido poco a poco su actividad y los locales vacíos se amontonan. Ha llegado relevo con una inmobiliaria y una vinoteca, pero son insuficientes para toda una calle de bajos sin actividad. Todos habían llegado como un revulsivo para una zona antaño convertida en foco de prostitución y delincuencia y que ahora representa un barrio renovado y con nuevos vecinos. Sin embargo, no han logrado mantenerse y el riesgo a un Casco Vello marginal vuelve a acechar sus calles vacías.

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