Vigo lanza las señales de alarma ante el expolio del patrimonio de la ciudad. El estado de abandono al que Adif y las autoridades sometieron a la antigua fachada de la estación de tren se cobra ahora con la ausencia de algunas de las piezas más representativas de la misma. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, confirmó esta mañana durante una visita a las obras de reconstrucción de la fachada, en el muro de Urzáiz de la Praza da Estación, lo que era un secreto a voces: “Faltan algunas piedras, fueron hurtadas, robadas”.
La antigua estación sufrió el ostracismo durante décadas después de que se decidiera su derribo para levantar un nuevo y mayor edificio que permitiera ofrecer los servicios necesario de la pujante urbe gallega. La que fue la primera estación de ferrocarril de la ciudad se proyectó en 1881 por el ingeniero Javier Boquerín y su construcción finalizó en 1878, aunque hubo que esperar al 18 de julio de 1881 para inaugurarla. Tras una ampliación en 1923, que permitió incorporarle la segunda planta, las instalaciones se quedaron pequeñas para el rápido crecimiento de la ciudad y en 1987 se edificó un nuevo edificio que sustituyó a la estación original y supuso el inicio de su declive. A finales de la década de 1990 fue desmantelada y sus piedras se llevaron al almacén de Adif de Redondela, donde permanecieron abandonadas sin ningún mantenimiento, a pesar de ser incoada como bien de interés cultural (BIC) por la Xunta de Galicia.
Con el nuevo proyecto de Thom Mayne, el Concello apostó por recuperar la fachada para instalarla en el muro de Urzáiz sobre la Praza da Estación. Sin embargo, y aunque su reconstrucción no se verá afectada por los hurtos, el alcalde de Vigo sí puso el foco en que faltan piezas claves.“No quitaron cualquier cosa, está elegido para ornamentación", denunció.
El viaje que inauguró el edificio en 1881 fue la conexión entre Vigo y Ourense y como recuerdo se optó por grabar en piedra en la propia fachada un escudo que cuenta con una "V" y una "O" símbolo de la hermandad y unión de las dos ciudades. Este es precisamente uno de los elementos que han desaparecido, junto al arco de una de las entradas y parte de las balaustradas.
“Recomiendo que los que los tengan los devuelvan y no pasará nada”, expresó el regidor vigués pare explicar que "tarde o temprano se va a saber” y que en la “la fachada de alguna casa o en algún jardín alguien sacará una foto” y se encontrará a los ladrones del patrimonio público.
En cualquier caso, las obras de reconstrucción avanzan a buen ritmo y ya se ha levantado en su totalidad el primer piso, así como algunas partes del segundo. “Tenía una fachada dignísima, monumental en esa forma de piedra de hacer fachadas”, valoró el regidor vigués.
La actuación incluirá un mirador en la acera de Urzáiz, sobre la parte superior de la fachada, con un espacio de cuatro metros de ancho. Además, en la esquina izquierda junto al edificio del Vialia se instalará un ascensor público mientras que la plaza y la Baixada á Estación está ya en proceso de humanización. “Será una plaza de piedra y verde”, aseguró Caballero. El proyecto incluye la plantación de 68 árboles, nuevos espacios ciudadanos y los habituales cambios de suministros de las humanizaciones de la ciudad.
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