El recorrido en Gran Vía desde María Berdiales hasta Nicaragua en rampas mecánicas no se podrá realizar hasta 2023. Así lo ha confirmado este martes el alcalde de Vigo, Abel Caballero, preguntado por este diario. "Estarán en la segunda quincena de enero", señaló el regidor vigués. El máximo mandatario municipal destacó que "las obras van bien", pero admitía que en ocasiones hay algún problema debido a la crisis de abastecimiento. Este inconveniente, sumado a que el Concello parará la obra una vez arranque la Navidad de Vigo, provocan que la actuación sufra un retraso de tres meses con respecto al plazo inicial anunciado, cuando se aseguró que estarían operativas en el mes de octubre.
El alcalde de la urbe gallega realizó esta mañana una visita a las obras de la segunda fase de las rampas de Gran Vía, donde los operarios tienen previsto instalar a lo largo de la jornada las dos primeras cintas mecánicas. Abel Caballero detalló que en esta actuación se colocarán un total de dos cintas de 40 metros cada una, que llegan divididas en seis bloques, para facilitar la movilidad y el acceso a lo largo de la Gran Vía en el tramo que va desde la calle Venezuela hasta Nicaragua.
¿Cómo serán las nuevas rampas de Gran Vía?
La segunda fase de las rampas mecánicas de Gran Vía se dividirán en dos tramos que irán entre las calles Venezuela y Bolivia y entre Bolivia y Nicaragua. Con esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 4,2 millones de euros, el Concello completa así el proyecto de Vigo Vertical desde María Berdiales, ya que en una primera fase se construyeron las rampas hasta Venezuela por 4,4 millones de euros. En total, ocho millones de euros para favorecer la movilidad vertical en una de las principales arterias de la ciudad. Con respecto al proyecto original, solo falta por ejecutar la parte baja, desde Urzáiz hasta María Berdiales. En este caso, la obra implicaría el traslado de la icónica escultura de los Rederos, lo que contó con la negativa de Patrimonio de la Xunta, que en la práctica paralizó la obra al considerar que, además, no encajaba con los valores arquitectónicos de la zona.
El formato del nuevo tramo de rampas será similar a las que ya están en funcionamiento entre María Berdiales y Venezuela, con perfiles metálicos y vidrio y “un nuevo jardín botánico” que estará compuesto por 155 unidades de nuevos árboles y 900 unidades de arbustos y plantas. Se mantendrá el juego de colores, que continuará con el degradado multicolor del resto de tramos.
Las nuevas cintas de Gran Vía, que tendrán 150 metros lineales, prevén transportar a 7.300 personas a la hora. Entre las principales singularidades, está la instalación de un suelo interactivo que reproduce sonidos al pisarlo emulando a la película “Big” protagonizada por un joven Tom Hanks. Otra de las novedades será la ubicación de un Pezseto, que estará en el tramo entre las calles Nicaragua y Bolivia. En este sector, el pavimento que se instalará generará electricidad al caminar la gente.
Como de costumbre en estas humanizaciones, se renovará por completo la red de saneamiento, abastecimiento y pluviales, se creará una nueva red soterrada de servicios de iluminación y semáforos, nuevos pavimentos, aceras de granito, red semafórica, señalización y dotación de innovación tecnológica.
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