Vigo está a punto de potenciar una de las zonas que más de moda se han puesto en los últimos tiempos. La Navidad, la Nochevieja, la Reconquista o cualquier tarde durante el ocaso confirman que este es uno de los enclaves preferidos para los vigueses y las viguesas. Y pronto experimentará un lavado de cara que busca humanizar el entorno para hacerlo más amigable para la ciudadanía.
Paseo de Alfonso se llena con cada atardecer, y no es de extrañar porque ofrece una de las mejores vistas a la Ría con las Cíes de fondo. Para disfrutarlas en todo su esplendor, ahora esta zona incorporará un banco-mirador que permitirá disfrutar del paisaje, como ya lo hace el pequeño balcón que se asoma desde la ciudad.
En realidad, la intervención que ha arrancado esta misma semana se centra en la famosa plaza coronada por una fuente tras el icónico olivo. Un espacio que todo el mundo conoce y que, sin embargo, carece incluso de nombre. De hecho, recientemente ha surgido una iniciativa vecinal para bautizar este punto y propone nombres como Praza do Solpor, da Oliveira o da Fonte.
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Así se transformará esta plaza
Las obras durarán, aproximadamente, tres meses y se espera que al concluir la plaza luzca un aspecto mucho más amigable para los vigueses y las viguesas. Hasta ahora, esta zona mostraba un diminuto local municipal bajo la rampa que desciende por la calle Santiago hasta el restaurante Hiroki. El proyecto tapiará ese inservible espacio con una grada de granito que permitirá a todo el mundo disfrutar del aire libre y vivir más cómodamente la plaza.
En los últimos tiempos, esta ubicación ha sido escenario de numerosos conciertos, mercados de artesanía o fiestas improvisadas. Por lo que con esta obra, que cuenta con un presupuesto de cerca de 119.000 euros, se espera que gane todavía más afluencia y pueda servir como espacio de convivencia.
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Eso sí, la intervención no solucionará el estado del balcón de Paseo de Alfonso. Todo el borde de esta concurrida vía, con su hermosa balaustrada, continúa vallada e inaccesible. Por el momento, el Concello no ha puesto fecha para la recuperación de esta barandilla, que continúa sostenida por un sistema de refuerzo inferior improvisado.