Jornada clave en el futuro inmediato del ascensor de Torrecedeira. Los operarios realizaban esta mañana las pruebas de carga de la pasarela de una de las actuaciones más esperadas del programa "Vigo Vertical" ante la mirada de vecinas y vecinos de la zona que preguntaban cuándo estará disponible el elevador que conecta Pi y Margal con Torrecedeira.
La pasarela que conduce al ascensor y que se convertirá en un nuevo mirador a la ría de Vigo ya está preparada. La siguiente fase es superar las pruebas de carga que permitirían abrir este mes el ascensor de Torrecedeira, una obra que el Concello tenía previsto abrir en mayo de 2019 y cuya apertura se ha tenido que posponer más de un año.
Abel Caballero anunciaba en la rueda de prensa celebrada este mediodía en Praza do Rei que la previsión del Concello es inaugurar el elevador que conecta Torrecedeira y Pi y Margall a finales de junio. El regidor vigués calificó el elevador de "extraordinario" y señaló que "hay mucha demanda en la calle Torrecedeira para poner en funcionamiento este ascensor".
El elevador, situado en Juan Ramón Jiménez, junto al Parque de Camilo José Cela, permite salvar un desnivel de unos 15 metros entre la calle Torrecedeira y Pi i Margall. Sus dimensiones lo convierten en uno de los más llamativos del programa de movilidad vertical. Está formado por una gran estructura de acero de 25 metros que sirve de armazón de la plataforma. Su tamaño incluso obligó a cortar el tráfico para poder instalarla en su ubicación definitiva. Además, cuenta con una pasarela de 50 metros que lo conecta con la calle, junto a una plataforma que funciona como mirador, una instalación que permitirá a la ciudad ganar un nuevo balcón a la ría de Vigo
El Concello y la empresa dieron hace semanas con la solución para evitar esa negligencia que, en palabras de Caballero, no era un inconveniente para la seguridad, pero sí generaba incomodidad para los potenciales usuarios de esta obra enmarcada dentro del proyecto del Vigo Vertical. El regidor vigués presentó el proyecto para reparar este error técnico. Consiste en poner un pivote por debajo para que la pasarela tenga una mejor estabilidad. Esta actuación supuso un incremento en el coste de 333.000 euros, un 6,4% de modificación sobre el precio de adjudicación.