Bodegas Fillaboa, la bodega del grupo vitivinícola Masaveu Bodegas en la DO Rías Baixas y perteneciente a la Ruta del Vino Rías Baixas, ha sido escogida como Mejor Rincón o Paisaje Enoturístico en los VII Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España. Esta finca, que linda con los ríos Tea y Miño, con su pazo, su gran muro de piedra, su bodega, sus viñedos y su jardín donde las camelias, los olivos, los magnolios y los castaños forma, según la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) que otorga estos premios a través de Rutas del Vino de España un paisaje singular que “tanto por su historia como por su patrimonio, bien podría haber salido de cualquier libro de cuentos o narración en el que es fácil situar la morada de los seres fantásticos de la mitología gallega, haciendo de la experiencia enoturística un momento único y fascinante”.
En esta VII Edición de los Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España se han presentado un total de 123 candidaturas, procedentes de propuestas de 27 de las 37 Rutas del Vino que actualmente forman la marca Rutas del Vino de España.
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Según Chelo Miñana, directora de enoturismo de Masaveu Bodegas, grupo vitivinícola al que pertenece esta bodega gallega elaboradora de vinos blancos albariños y aguardientes y orujos de Galicia, este galardón “supone un reconocimiento al increíble paisaje de Rías Baixas, y a la posibilidad que nos da el Enoturismo de disfrutarlo recorriendo la magnífica finca de Bodegas Fillaboa, gracias a su cuidado diario por parte de un gran equipo de profesionales que nos permite además de elaborar reconocidos y afamados vinos, adentrarnos en este marco mágico e incomparable”.
Bodegas Fillaboa
Fillaboa es un pazo histórico cuya finca ha permanecido indivisible a lo largo de los siglos siendo una de las fincas más grandes, bellas y antiguas de Galicia y la única que, por sus especiales características, pertenece a Grandes Pagos de España. Tras los 1.600 metros del grueso muro de piedra que protege la propiedad, se esconden además de los viñedos, la bodega y un espectacular pazo señorial reconstruido.
Cincuenta hectáreas de viñedos de uva albariño plantados en ondulantes laderas conforman la finca de Fillaboa que comprende un total de 74 hectáreas repartidas en 12 pagos en la frontera natural con Portugal, junto a los ríos Tea y Miño. Los suelos de origen granítico y el clima atlántico, con suaves temperaturas por la cercanía del mar, hacen de Fillaboa un lugar privilegiado para el cultivo de la uva autóctona, la albariño