Ya hay veredicto. El concurso de ideas para modificar la fachada situada en frente a La Colegiata ya tiene proyecto vencedor. Se trata de "Mutante", actuación creada por Javier Couto Granja, que se ha llevado el primer premio del certamen, un premio de 15.000 euros más la adjudicación del contrato de servicios por 51.350 euros. La propuesta busca integrarse en el devenir de la evolución urbana aunando el "pasado, presente y futuro" de la plaza sin ninguna intención de imitar el patrimonio del lugar, sino la de expresarlo y ponerlo en valor de manera sutil.
La propuesta se enraíza en los límites, entendiendo la vocación del edificio como foco de concentración de nuevas relaciones humanas que difuminen nuevamente lo individual respecto de lo colectivo, mutando el modo de implantarse las edificaciones en el tejido urbano. Es por ello que se propone, por un lado, la conservación de los límites entre propiedades y, por otro, la transformación de aquellos otros límites que separan lo individual de lo colectivo.
La propuesta establece una estrategia de actuación unitaria para un conjunto radicalmente fragmentado. Lo hace planteando un entrelazado sutil de la escala monumental, regia y uniforme con una planta baja porticada en línea recta y formalizada en columnas de piedra. Las plantas superiores asumen la tipología de construcción entre medianeras, y hacen referencia a un pasado fragmentado y dispar mediante quiebros intencionados que ponen en valor lo positivo del conjunto edificado actual: el rico juego de perspectivas que se produce en el ascenso desde la Praza da Pedra.
A nivel funcional, se entiende el edificio como foco de actividad social y pública en el Casco Vello. Su mayor potencial será facilitar las interacciones humanas a distintos niveles. Los lugares de intercambio, literal y conceptualmente, que originalmente eran los mercados, han mutado hacia otros lugares de interacción social: el ocio y el trabajo. "Estos dos ámbitos: lo profesional y lo social, son ámbitos que se entremezclan, especialmente en un centro urbano en el que se concentran las actividades de servicios, y en los que la oferta de hostelería se puede considerar al límite de la saturación", explican los creadores del proyecto.
Se concibe como un edificio convertido en centro multifuncional mutable en el tiempo. Un "ágora a cubierto", lugar de relación intermedio entre lo puramente público, la plaza, y lo puramente privado: los usos que se desarrollan al margen del exterior. Se plantea un contenedor versátil, con capacidad para evolucionar conjuntamente con el barrio y la sociedad que lo disfruta. Es decir, el interior se podrá ir modificando en función de las necesidades y usos de cada momento, creando espacios mayores o menores, abiertos o cerrados entre ellos.
Está todavía por resolver qué pasará con los negocios presentes en los bajos de algunos de los edificios. En septiembre, el regidor vigués reconoció que “hay dos comercios e intentaremos buscar una solución”. Preguntado por este diario sobre el futuro de los pequeños autónomos que desarrollan allí su actividad, Caballero aseguró que la intención municipal “será apoyar lo máximo posible su actividad con voluntad y diálogo para resolver el problema que puedan tener estas dos familias” pero también expresó que “con o sin acuerdo se va a expropiar”.
Adquirir los inmuebles situados en los números 6,7,8,9,10,11 costará al presupuesto municipal 477.000 euros. El edificio que mayor desembolso supone será el ubicado en el número diez, que se ha valorado en 164.000 euros, seguido del número 9, con 102.000 euros, el número 8, con 61.000 euros, el 6 con 68.000 euros, el 11, con 42.000 euros y el 6, con 68.000 euros.
¿Cómo será el interior del edificio?
El proyecto entiende el interior del edificio en planta baja como extensión de la plaza de la Iglesia. Sin embargo, "no pretende imitar este espacio, ni sustituir sus funciones, sino complementarlas y separarse mediante el filtro creado por la sombra del espacio porticado", se explica en la memoria ganadora. Con el telón de fondo iluminado de un patio ajardinado, se crean dos espacios concentradores de vida: un microauditorio, y un atrio – área de encuentro. Con vocación de accesibles al público en general, y la posibilidad de acoger eventos puntuales: eventos y actuaciones,
El interior del edificio se adapta a la pendiente del exterior, aprovechando el desnivel para la formación de la grada – microauditorio. En las plantas superiores, laminando el edificio en niveles horizontales, se plantea su unificación vertical mediante el atrio principal a triple altura, en el que se desarrolle los momentos de interacciones social más públicos, ensanchando los espacios de circulación para convertirlos en espacios de estancia y uso común, en el que reunirse, hacer un taller, tener una conversación, tomar un café. Se vincula este atrio a las edificaciones con menor fondo, en las que se concentran las comunicaciones verticales y los servicios, de modo que se liberan las zonas con mayor fondo para acoger usos diversos.
Se proyecta pensando en un futuro a muy largo plazo, posibilitando que el edificio mute su actividad, y su disposición espacial no sea un impedimento para convertirse en museo, centro administrativo, oficinas, vivero de empresas, para volver a ser centro cultural – social; sin alterar su presencia urbana. Las áreas de usos individualizados, marcadas por la presencia y traza de las medianeras se conciben como de máxima versatilidad, diferenciando inicialmente dos temporalidades en su uso: en la primera planta se sitúa un contenedor multiusos divisible, y en la segunda planta se sitúan tres espacios más diferenciados, susceptibles de un uso más independiente.
El espacio multiusos de primera planta se concibe para poder separarse mediante tabiques / paneles móviles para acoger distintas actividades compatibles entre sí, fundamentalmente usos con horario parcial: una charla, una reunión, un taller puntual, unas clases de pintura. La apertura de esos paneles y la unificación permitiría acoger eventos de mayor dimensión: una cena social, un baile, una exhibición, una exposición, o un gran taller formativo. Los tres espacios en la planta alta, se conciben para usos más prolongados en el tiempo, con vocación de mayor permanencia, posibilitando su cesión de modo individual o unificado, de una a tres unidades.
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