Así fue el agridulce estreno del tren Avril en Galicia con avería y quejas de los pasajeros

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Quién me ha robado el tren Avril. Ese que prometía llevar a Galicia al futuro ferroviario, que ya es presente en otras comunidades.

Eran las 09:28 horas cuando los flamantes primeros pasajeros de Vigo estrenaban la nueva serie de la empresa Talgo. Un vehículo con novedades en cuanto a diseño y que alcanza los 300 kilómetros por hora, lo que promete acortar (en un futuro) los tiempos en la conexión con Madrid.

Novedades de los trenes Avril

Las primeras impresiones fueron buenas. "Huele a nuevo", era una de las frases que más se escuchaban. Pero al poco ya había quien se quejaba de la incomodidad de los asientos. Estos ahora se reparten en dos, a un lado del pasillo hay tres filas de plazas y al otro dos más.

Aunque en clase "Confort" el espacio es más que suficiente, el resto de viajeros manifestaron que el estilo era más parecido al de los aviones. De hecho, los Avril incorporan pantallas táctiles para entretener a los pasajeros.

Sin embargo, la gran decepción de esta recién estrenada alta velocidad es que no parece tal. Y es que el rodeo hasta Santiago de Compostela hace que de momento no reduzcan demasiado los tiempos del viaje.

Caos por una avería

El viaje avanzaba con la ilusión de las primeras veces, cuando a la entrada de Ourense se quedó totalmente paralizado sin previo aviso.

Durante los primeros 10 minutos los pasajeros se mantenían en un calmado estado de espera. Poco más tarde, el tren perdió la corriente eléctrica: las pantallas táctiles se fueron a negro, el aire acondicionado dejó de enfriar los vagones en los que el aforo estaba al máximo, los baños se quedaron sin luz y las puertas automáticas se cerraban de forma violenta dejando atrapados a algunos pasajeros.

El estreno del primer tren Avril que llevaba la alta velocidad a toda Galicia se oscurecía -nunca mejor dicho- por una importante avería. Un fallo en el pantógrafo, según apunta Adif, dejó sin corriente al tren. Desde Renfe aseguran que no contaban con que una incidencia así pudiera producirse, y trasladan que se han hecho numerosas pruebas para ofrecer el mejor servicio.

Así pasó hasta una hora y media, en la que la ilusión pasó a convertirse en frustración. El nuevo modelo de Talgo tuvo que ser remolcado hasta la estación ourensana, para desde allí continuar el camino.

Entre los usuarios, muchos mostraron comprensión y otros indignación: “Las pruebas no se han hecho correctamente, no se han subsanado los problemas del tren”, se quejaba a este diario Antonio Saavedra.

Llegada a Madrid

A partir de Taboadela, donde se produce el cambio en el ancho de vía, el viaje retomó la normalidad. Eso sí, con dos horas de retraso que ni los 300 kilómetros de los nuevos Avril pudieron subsanar.

"Un desastre, antes de inaugurar algo que lo hagan bien", sintetizaba Celia, que viajó de Santiago de Compostela a Madrid.

Paramos el cronómetro: en total 6 horas y 20 minutos, casi dos horas y media de retraso en un tren completamente nuevo. El Alvia de vuelta nos lleva a Vigo en poco más de 4 horas.

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