Noche inolvidable en Vigo. De esas que siempre se recordarán. Los amantes de la música en la ciudad olívica son expertos en tirar de memoria. Recordar a Jamiroquai, Oasis, Mike Oldfield o The Offspring. Y los que quedan por citar. Algo así sucederá dentro de unos años con Benjamin Clementine, la gran estrella del cartel de la primera edición del Super Bock Under Fest.
El londinense regaló una actuación memorable. La música comenzó a sonar sobre las 21:00 horas. Casi con puntualidad británica, Benjamin Clementine arrancó el recital con un solo de piano que dio paso a "God Save The Jungle", un tema que ya demostró que la conexión entre el público y el artista era total.
El británico lo tenía todo bajo control. Los asistentes, procedentes de otros puntos de España y Portugal, estaban entregados a su causa. Tras ese primer contacto íntimo, Benjamin Clementine no sólo tocaba. Arrancaba otro espectáculo, el de la interacción con el público y con esas enigmáticas figuras que le acompañaban tanto a él como a su banda en el escenario del Super Bock Under Fest.
Clementine ya es una realidad. El futuro es suyo, cierto. Pero el presente ya ha sucumbido al talento de este artista que muchos han comparado con Nina Simone o Antony Hegarty. El público que se dio cita en su recital en Vigo -su ultima parada en España tras pasar por Barcelona, Murcia y Madrid- comprobaron que su éxito no es casualidad, a pesar de que el azar fue determinante para que el londinense pasase de tocar en las calles y en el metro de París a hacerlo en los mejores escenarios del mundo.
El británico disfruta y hace disfrutar con su música. Se nota su devoción por el directo. Uno de los momentazos del recital llegó en el ecuador de la ecuación con "Ports of Europe". Clementine invitaba al público a darse la vuelta. Quería compartir sus vistas desde el escenario con los asistentes. Buscaba degustar ese puerto de Vigo que es una de las entradas al continente europeo.
Benjamin Clementine mostraba también su sentido del humor en el bis. "Si alguien habla mientras canto, tendré que matarle". El público, siempre respetuoso, guarda silencio. No por la amenaza, sino por esa música y esas letras que hipnotizan, que han convertido a actuación del británico en uno de los conciertos más esperados del año en la ciudad olívica.
Vigo y Benjamin Clementine; Benjamin Clementine y Vigo. Nacía una relación de amor. Un amor de primavera, una cita de 100 minutos que quedará en el recuerdo, en la memoria de todos los asistentes que disfrutaron del talento de uno de los actuales genios de la música.