La magia de esta Navidad transforma las calles y plazas de Tui con la belleza de una decoración única, hecha principalmente con materiales reciclados que cobran una nueva vida en estas fiestas.
En la plaza de San Fernando, a los pies de la Catedral, un pequeño bosque mágico esconde una casita de chocolate, decorada con golosinas que hacen las delicias de grandes y pequeños. Las luces, como estrellas de un firmamento, completan este cuento de Nadal.
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En la calle Ourense, un poblado de madera original y mágico espera para sorprender. Las ramas de podas se transformaron en un vallado que remarca un fantástico poblado del que forman parte casas hechas con troncos de árboles, un tren, un mochuelo observador y pequeños renos.
En la fachada del edificio Francisco Sánchez destaca un árbol blanco de madera, donde las parroquias tudenses están representadas tanto en su base como nos adornos que cuelgan de las ramas. Dos candiles y un tronco convertido en una recreación de casitas completan este espacio.
A lo largo del recorrido por la ciudad, hay sorpresas como un poblado nevado en la calle Ordóñez, y una casita con un salón cálido con una chimenea.
Tres ángeles se yerguen en el palco de la música de la Corredoira, y en la plaza de la Inmaculada se sitúa un año más un belén lleno de luz, y el trineo de Papa Noel y los renos, con un deseo de Buenas Fiestas desde el balcón del edificio que alberga el Taller Mágico de Papa Noel. Completa esta hermosa estampa las letras iluminadas de “Tui 2025”. La iluminación llena de color a ciudad al igual que lo hacen los Mercado de Nadal en el Paseo da Corredoira.