Están los regates de Aspas, Williot o Bryan Zaragoza y las gambetas que tuvieron que hacer algunos celtistas en el día de ayer en la inaugurada grada supletoria de Marcador Alto. La instalación de la estructura soluciona un problema que sucede en la bancada más joven del coliseo celeste, el exceso de verticalidad. La altura de este elemento permite ver con bastante claridad la totalidad de la portería más próxima y su área pequeña.
La mala noticia es que se genera otro inconveniente. Se trata de la presencia de los pilares, que se convierten en barreras visuales que obligan al aficionado a mover la cabeza para poder ver el desarrollo del encuentro.
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Esta barrera visual ya despertó críticas en redes sociales, donde algunos usuarios instan a que estas butacas se cobren a precio más económico debido a la visibilidad reducida mientras otros bromean con el ejercicio de cuello de los inquilinos de estos asientos.
El regreso de Europa a Balaídos también introducía otras novedades. La otra estaba en la zona donde se construye la nueva grada de Gol. En este punto del estadio municipal vigués se ha instalado una grada supletoria que permitió a los celtistas disfrutar y vibrar al máximo de la victoria cosechada por los hombres de Claudio Giráldez contra el PAOK (3-1), la primera de esta temporada.
Otro elemento que cosechó críticas en Balaídos fue el marcador provisional instalado en Tribuna, un elemento de pocas dimensiones que apenas se veía desde Marcador.
El estadio de Balaídos mantiene su pelea por ser sede del Mundial 2030. Una de las claves estará en la reforma de la grada de Tribuna, que prácticamente triplicará su aforo y será una grada “corrida”, sin dos alturas, pero el coliseo del celtismo necesita otras mejoras cómo solucionar los problemas de visibilidad que existen en una bancada que se acaba de construir como es el caso de la de Marcador.