El Concello de Baiona acaba de lanzar una consulta pública para que vecinos y vecinos ofrezcan su visión de lo que debe ser el futuro de las instalaciones militares de Cabo Silleiro, recientemente adquiridas por el Concello al Ministerio de Defensa.
El Gobierno municipal explica que buscan “conseguir un proyecto de recuperación participativo que permitan a la ciudadanía decidir en cómo se va a habilitar el espacio y cómo va a ser el proyecto de reforma de las instalaciones”. Hasta el próximo 25 de junio, la web municipal mantendrá habilitado un formulario para que la ciudadanía pueda realizar sus aportaciones.
El gobierno municipal estudiará su viabilidad y se valorarán de cara al concurso de ideas que se llevará acabo para seleccionar el mejor proyecto de restauración y puesta en valor de las emblemáticas instalaciones. Una vez transcurrido el plazo de quince días para que los vecinos y vecinas aporten sus ideas, se iniciará, “a la mayor brevedad posible”, los preparativos para el concurso de ideas para que los arquitectos lancen sus propuestas en base a la opinión de la ciudadanía.
Aunque el Gobierno local desarrollará el proyecto en base a la consulta pública y el posterior concurso de ideas con la COAG, el alcalde baionés, Carlos Gómez, explica que “queremos que sea un espacio para diferentes actividades, multiocio”, tal y como ya adelantó este diario.
Gómez avanza que la intención del Gobierno local es “hacer el mejor proyecto del mundo porque el sitio lo merece, por eso queremos contar con las aportaciones que los vecinos y vecinas de Baiona nos hagan llegar. Queremos que el proyecto de rehabilitación sea participativo y que se nutra de las ideas de la ciudadanía”.
El Ministerio de Defensa puso a la venta a batería de Cabo Silleiro junto con otras instalaciones y bienes inmuebles en el año 2013, dentro del Plan de Racionalización de Bienes Inmobiliarios del Ministerio. El precio inicial de la venta superaba los 500.000 euros. Finalmente, el acuerdo alcanzado el pasado mes de marzo rebajó la cifra hasta los 369.060 euros.
Se trata de un complejo militar formado por varios edificios, cañones y túneles que a día de hoy se encuentra en estado ruinoso. La superficie aproximada de la batería adquirida por el Concello de Baiona es de 98.000 metros cuadrados. Dispone de cuatro cañones de artillería Vickers de 1943 –con un alcance de 16 kilómetros- alineados en la ladera del monte, y que nunca fueron usados. Estos cañones están unidos por túneles excavados en el granito. En total, la ladera del monte está atravesada por 200 metros de pasadizos que, originalmente, tenían raíles para posibilitar el transporte de la munición. En su interior también se construyó un búnker de telemetría que se reabrió en el 2002 para observar la marea negra del Prestige.