Baiona pondrá fin a años de abandono de uno de los iconos militares más curiosos de las Rías Baixas y que atraen a cientos de curiosos cada año. La batería militar de Cabo Silleiro afrontará, al fin, un proceso de rehabilitación y desarrollo para crear un espacio turístico atractivo y diverso que permita recuperar de forma integral todo el espacio. "Queremos ponerlo en valor, tanto túneles como cañones, pero también el conjunto del patrimonio histórico y paisajístico", explica a Metropolitano el regidor baionés, Carlos Gómez.
El pleno municipal aprobó el pasado mes de abril una modificación presupuestaria para poder hacerse con las instalaciones, actualmente en manos de Defensa. El Concello deberá abonar un aval del 5% del importe total de compra para finalmente, abonar el total de 369.000 euros. El Gobierno local trabaja con un escenario temporal que le permita ser el titular de todo el conjunto "en torno al mes de junio". Una vez en manos municipales, se pondrá en marcha un concurso de ideas para seleccionar un proyecto de reforma de las instalaciones.
El objetivo es convertir la Batería de Cabo Silleiro en un "referente turístico dinámico" con actividades multiocio que permite desestacionalizar la oferta turística más allá del verano. Una vez resuelto el concurso de ideas, que se espera finalizado para este mismo año, será necesario iniciar el proceso de captación de financiación para desarrollar el plan. Por ahora, el Gobierno local no descarta ningún tipo de idea, que podría derivar en una colaboración público-privada, pero sostiene que garantizará que sea "un espacio para todos los baioneses" además del claro objetivo turístico. Más allá de su uso, la intención del Gobierno local es que se puedan reabrir los túneles al público, si su estado estructural lo permite, para recorrer las instalaciones.
El Ministerio de Defensa puso a la venta a batería de Cabo Silleiro junto con otras instalaciones y bienes inmuebles en el año 2013, dentro del Plan de Racionalización de Bienes Inmobiliarios del Ministerio. El precio inicial de la venta superaba los 500.000 euros. Finalmente, el acuerdo alcanzado el pasado mes de marzo rebaja la cifra hasta los 369.060 euros.
Esta batería formaba parte, junto a las baterías J1 del Cabo de San Vicente, J2 de Udra, J3 Monteferro, J5 Bajo y J6 A Guarda, de una entramado de fortificaciones del siglo XX que tenía por objeto blindar la costa sur de la provincia de Pontevedra. Los terrenos donde se asienta la Batería de Costa de Cabo Silleiro fueron ocupados hacia 1940, mientras que las obras más significativas de infraestructuras e instalaciones tuvieron lugar entre 1945 y 1969.
Se trata de un complejo militar formado por varios edificios, cañones y túneles que a día de hoy se encuentra en estado ruinoso. La superficie aproximada de la batería adquirida por el Concello de Baiona es de 98.000 metros cuadrados. Dispone de cuatro cañones de artillería Vickers de 1943 –con un alcance de 16 kilómetros- alineados en la ladera del monte, y que nunca fueron usados. Estos cañones están unidos por túneles excavados en el granito. En total, la ladera del monte está atravesada por 200 metros de pasadizos que, originalmente, tenían raíles para posibilitar el transporte de la munición. En su interior también se construyó un búnker de telemetría que se reabrió en el 2002 para observar la marea negra del Prestige.