Cambio radical de concepto. Lo que en su momento fue el restaurante Jalisco, situado en la calle de María Berdiales 21, ahora vuelve a albergar vida dentro con un concepto muy distinto al que tenían entonces. El centro de Vigo ganará un llamativo 'sport bar' para reforzar la oferta de ocio en la zona.
Desde el viernes 14 de noviembre, en el bar M&N se encuentran de celebración por su inauguración. Este negocio ha llegado para ofrecer un concepto diferente de 'sport bar', con distintos atractivos para vigueses y viguesas. Se trata de un local que cuenta con una mesa de billar, un futbolín y hasta un tablero de dardos.
Hace tiempo que Kenyi, fundador de este bar junto con su tío, tenía en mente llevar este concepto a un local, inspirados por un bar que tuvo que cerrar sus puertas hace tiempo. Por lo tanto, abrir el M&N se trataba de una idea muy premeditada por ellos, y encontrar este local supuso la oportunidad perfecta para por fin llevar su proyecto a la realidad.
- Te puede interesar: Las marcas pisan el acelerador de sus inauguraciones en Vigo para estar en la Navidad
Juegos, brindis y comida
De esta forma, este negocio familiar busca que las personas que acudan puedan tomarse algo, comer, cenar, y también pasárselo bien en un ambiente que cuenta con distintos juegos para, precisamente, que sus comensales disfruten en el local. Además, en M&N no solo cuentan con bebidas, sino también con una carta en la que incluyen la gastronomía del país de origen de sus fundadores, la República Dominicana. En su carta cuentan además con distintas opciones como platos combinados, pizzas, ensaladas o hamburguesas.
Aunque su objetivo por ahora es darse a conocer, también empiezan a tener en mente algunos eventos que les gustaría organizar en un futuro. "Por ejemplo, para un clásico de fútbol nos gustaría poder crear un menú especial, algo distinto", afirma Kenyi, uno de los fundadores de este sport bar. Todavía no tienen nada asegurado, y por ahora su foco está en ampliar su centro de juegos, añadiendo una mesa de billar.
El centro de Vigo gana de esta forma una alternativa de ocio, que va más allá de la propuesta gastronómica y se presenta como ese local al que acudir para encontrarse con amistades.