Amargo acto de inauguración del montaje navideño de Vigo. El alcalde, Abel Caballero, había convocado este martes a los medios de comunicación para realizar su habitual rueda de prensa en la que pone en marcha todo el operativo de montaje de las luces de Navidad, que se prolonga durante semanas y arranca todavía en pleno verano. Sin embargo, las protestas de los trabajadores de Vitrasa empañaron esta vez el acto, el que estaba presente también el Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local.
Bajo el lema de “Menos luces, más autobuses” un grupo de empleados de la concesionaria del transporte urbano de la ciudad puso el foco en las protestas que se han enquistado ya durante años ante el pésimo servicio ofrecido por la compañía en Vigo y el intento de la misma por empeorar las condiciones de los trabajadores con la excusa de las pérdidas de la pandemia. El comité de empresa pide al Concello que intervenga y medie en las negociaciones, por ahora sin éxito.
“Música de fondo”, respondió el regidor vigués mientras realizaba el signo de la “V”, ya habitual en el alcalde, para a continuación realizar la rueda de prensa con los gritos de fondo en la que detalló como sería el despliegue navideño de este 2023, que aseguró será el “más importante que hubo nunca en el Planeta”.
Este fue el segundo encontronazo con el Gobierno local este martes, ya que el grupo de trabajadores también estuvo presente en el Pleno municipal, donde intentaron llevar sus reclamaciones, sin éxito. “O transporte é o servizo cuxas valoracións positivas mais creceu a pesar do boicoteo”, defendió el teniente de alcalde, Javier Pardo, que invitó a los empleados a abandonar el Pleno “se non lles gusta o que escoitan”. El BNG, por su parte, propuso una moción de cinco medidas para poner fin a la situación “insostible e deficiente” del autobús urbano, que fue rechazada.