Más de 115.000 personas viven una Cabalgata de Reyes de Vigo llena de magia e ilusión

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Pocos eventos simbolizan mejor el significado intrínseco de la Navidad como la Cabalgata de Reyes. Vigo, convertido ya en toda la Península como un referente navideño, no podía cerrar su programación de estas fechas con una comitiva real cualquiera. El Concello apostó este año por las películas infantiles como temática. El resultado fue convertir el encuentro de Melchor, Gaspar y Baltasar con las miles de personas que abarrotaron esta tarde las calles por las que pasó el nuevo recorrido en una especie de película de Disney, un film que reunió historias icónicas como Bambi, Peter Pan, Aladdin, Alicia en el país de las Maravillas o Dumbo con otros largometrajes más nuestros como el histórico O Bosque Animado. Aunque lo importante no solo era quién ocupaba cada una de las once carrozas que desfilaron desde las 18:00 horas desde la Avenida de Castelao rumbo a Paseo de Alfonso, sino que en las aceras, tras las vallas, se multiplicaban las caras de ilusión, las caras de niñas y niños que vivieron este 5 de enero una de las citas más esperadas de su Navidad, una cita que, desgraciadamente, llevaban sin vivir de forma tan intensa desde 2019.

La celebración de la Cabalgata de Reyes en su formato habitual, el dinámico, pone el colofón a la normalidad de los grandes eventos. Y sí, también supone la gran traca final a la Navidad a pesar de que las luces y los elementos navideños de Vigo sigan vigentes hasta el domingo 15 de enero. Abel Caballero prometió hace unos días "la mejor Cabalgata que hubo nunca en la historia de una ciudad en España". Su argumento es, claramente, subjetivo. Lo innegable es que Vigo aprovechó la buena meteorología para salir a la calle y disfrutar por la mañana de un modelo estático que reunió a 35.000 personas de mañana mientras que el formato dinámico congregó, según cifras del Concello, a más de 115.000 personas durante el itinerario que comenzó en Avenida de Castelao y prosiguió por Praza América, López Mora, Pi i Margall y Paseo de Alfonso, donde los Reyes Magos y la Cartera Real se bajaron de sus respectivas carrozas para ir caminando hasta Porta do Sol, donde, junto al Árbol, en esa especie de kilómetro cero de la Navidad de Vigo, el regidor vigués les hizo entrega de las llaves de la ciudad. "Les pedí que fueran espléndidos con las niñas y niños de Vigo porque fuisteis muy buenos este año", exclamó el máximo mandatario municipal antes de ceder la palabra a Melchor, que en representación de Sus Majestades de Oriente aseguró que "Vigo es la mejor ciudad del mundo".

La Cabalgata de Reyes de Vigo de esta tarde regaló muchos momentos. Permitió revivir uno de los grandes eventos de la Navidad, una cita que llenó el estrenado itinerario de magia, de ilusión y de una lluvia de caramelos de los que muchos no llegaban a las aceras donde cientos y cientos de familias esperan llevarse algo dulce del encuentro cercano con Sus Majestades de Oriente y el resto de la comitiva real. La Policía Local, uniformada especialmente para la ocasión, abría la expedición. Discamino, como viene siendo habitual, abrió la Cabalgata haciendo su particular guiño a "Vuelta al mundo en 80 días", una historia creada por Julio Verne. Poco después, llegaba el momento de una de las carrozas que más suelen conquistar, la de Espacio 7, que en esta ocasión estaba basada en "Cenicienta". El momento más esperado llegaba al paso de la Cartera Real -a bordo de "Dumbo"- y los Reyes Magos. Melchor iba a bordo de "Bambi", Gaspar rememoraba en las calles de Vigo la inolvidable "O Bosque Animado" mientras que Baltasar desataba toda la magia que ha marcado a varias generaciones con "Alicia en el país de las maravillas".

La comitiva real desfilaba al ritmo de un público que clamaba por "caramelos" y "chuches". Durante el itinerario, que en esta ocasión fue de un kilómetro más que el trazado tradicional desde Isaac Peral, esa ilusión y esas ansias por disfrutar de nuevo a lo grande de una Cabalgata dejaba momentos únicos, momentos que solo se viven en este tipo de citas. Uno de los pequeños exclamaba un "gracias a la lluvia por no aparecer" mientras que dos hermanos, Antonio y Juan, se mostraban nerviosos, deseando entregar su carta a Baltasar, algo que, finalmente, sí que consiguieron.

El séptimo arte lo invadía todo. Los grupos de animación que amenizaban el espacio entre carrozas llenaban de cine y también de colorido este regreso por todo lo alto de la Cabalgata de Reyes de Vigo. "Cenicienta" a bordo de la carroza, Blancanieves y los siete enanitos, Maléfica, bailarines emulando la legendaria "High School Musical", Coco haciendo su guiño a la cultura mexicana, La Bella y la Bestia, Los Picapiedra y Los Cazafantasmas elevaban esta cita a una nueva dimensión, un evento en el que también se pudieron rememoras historias como la de Minions, Nemo o Hansel y Gretel.

Vigo recupera la plena normalidad. Sin distancia social y salvo algunas mascarillas aisladas -entre ellos la portaba el Rey Baltasar-, la urbe gallega pone fin a una jornada marcada por una "doble" Cabalgata de Reyes en la que la ciudad demostró su pasión por un evento que en la modalidad estática reunió a 35.000 personas y por la tarde se desató la pasión total hacia Sus Majestades de Oriente con una cifra de asistencia que superó, según indican fuentes oficiales, las 115.000 personas. Ahora a los más pequeños le queda la guinda a este inolvidable 5 de enero. Cenar, ir pronto para cama y tener un feliz amanecer del Día de Reyes, jornada en la que, para ese niño que quiso dar gracias al cielo por no llover, se podrá disfrutar al aire libre de los regalos que nos dejen Melchor, Gaspar y Baltasar.

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