La caída de dos árboles de gran porte en la Ronda de Don Bosco se salda con una nueva polémica en Vigo. El grupo municipal de Marea de Vigo denunció ayer el "arboricidio" de dos históricos cedros en el contexto de las obras de humanización de la céntrica calle viguesa. El alcalde, Abel Caballero, consideró esta mañana que "todo señala que fue por la gravedad".
Este martes los vecinos de Ronda de Don Bosco se sobresaltaron al ver como uno de estos enormes árboles se desplomaba, llevándose por delante a otro cedro. En menos de un días dos históricos ejemplares desaparecían del centro de Vigo. Entonces, Marea denunció en redes sociales que se había producido "froito da improvisación, a falla de medidas e unha evidente falla de control das obras".
Esta misma mañana el grupo municipal liderado por Rubén Pérez solicitaba un informe completo sobre el suceso y recordaba que se tratan de "árbores protexidas, catalogadas e que debían ser conservadas".
La humanización de las Ronda incluía efectivamente el mantenimiento de los característicos cedros situados en la plaza peatonal de la calle. "Se iban a mantener", aseguraba esta mañana el regidor vigués, que achacó la caída a que "estaban en condiciones muy endebles" por lo que "todo señala que cae por gravedad".
“Estaba inclinado, una fuerte inclinación, raíces débiles, cayó y rompió otro árbol", resumió el regidor de la urbe gallega para asegurar que "habían sufrido mucho, estaban en una zona complicada". Caballero restó importancia al suceso para considerar que se trata de una "obra estupenda" y que se repondrán con "árboles de más calidad todavía".
Sobre la polémica, el regidor vigués considera que se trata de "politiqueo del Bloque, de Mareas y del PP". Sin embargo, esta no es la primera vez que los partidos de la oposición o diferentes colectivos ecologistas acusan al gobierno que preside Abel Caballero de liderar una política "arboricida". A la caída de los dos cedros en Ronda de Don Bosco, se han sumado otras polémicas como las talas que se realizaron en las últimas semanas en Samil, O Castro y Gran Vía. El argumento del Concello es que se trataba de ejemplares en "mal estado".