"No sube el recibo ni un céntimo", valoró Abel Caballero este viernes, día en el que la Xunta de Goberno Local aprobó un proyecto de 22,8 millones de euros -abonado por Aqualia, empresa encargada de la concesión del agua en la ciudad- que estará concluido y a pleno rendimiento en el verano de 2023.
La ETAP de O Casal, emplazada en la calle Cantabria, fue erigida en los años 70 y necesita de una transformación integral para afrontar la demanda de agua potable prevista en el futuro, para adaptarla al nuevo marco normativo vigente medio siglo después de la construcción de la actual y para mejorar la calidad y la eficiencia en la gestión del agua a través de las nuevas tecnologías. Caballero, que aseguró que el agua de Vigo está entre las tres mejores de España en términos de calidad, afirmó que el objetivo de la actuación pasa por consolidar esta posición e incrementar "aún más" la calidad a medio plazo.
La modernización y la ampliación de la Estación hará posible que Vigo multiplique por 2,5 su capacidad, pasando de los 900 litros por segundo actuales a 1.500 en una primera fase de la obra y a los 2.200 litros por segundo finales al concluir la misma. El proyecto contempla para O Casal un nuevo sistema de potabilización basado en la ultrafiltración. Además de ser eficaz, esta tecnología demostró reducir considerablemente los requerimientos de espacio en planta, explicó Caballero.
En detalle, la misma parcela actual pasará a acoger nuevas líneas de tratamiento de aguas y de fangos, un nuevo edificio de dos alturas y planta circular para los sistemas de filtración -las conocidas como piscinas estarán además cubiertas, a diferencia del modelo actual- y un nuevo inmueble de tres alturas para los reactivos. El lugar que hoy ocupa el laboratorio será rediseñado como taller, sala de control y archivo, además de conservar el espacio para las analíticas.
Abel Caballero enlazó la aprobación de este proyecto de la ETAP con el estudio técnico elaborado para el abastecimiento del área de Vigo a medio plazo. Entre ambas cuestiones, "ya tenemos el diseño del tratamiento del agua de todo el siglo XXI", destacó. "Yo asumí el compromiso de que, siendo alcalde, iba a resolver el problema del agua de Vigo para todo el siglo XXI y voy a dejar resuelto el problema del agua para todo el siglo XXI", añadió.
El máximo mandatario municipal censuró que la Xunta de Galicia tardase "quince meses" en conceder el visto bueno al proyecto para la planta de O Casal. La primera solicitud salió del Concello el 31 de marzo de 2020 y la preceptiva autorización de Sanidade entró el 2 de julio de 2021. "La ley dice que tienen que emitir el informe en tres meses; lo emitieron quince meses después. Yo puedo entender un atraso por la pandemia y que en lugar de tres meses tardaran seis, vale, pero es que tardaron quince. Lo atrasaron a mala fe", manifestó el alcalde.
Por oro lado, Abel Caballero recordó el carácter supramunicipal de la instalación y "la obligación y la competencia" en la materia que ostenta la Xunta de Galicia, pese a lo cual "no dedica ni un céntimo" a la modernización de O Casal. Esta ETAP deriva más del 15% del agua que trata a 90.000 habitantes de otros municipios: el 9,5% a Cangas, el 2,8% a Moaña, el 2,7% a Redondela y el 0,5% a Mos. "Estamos encantados de hacerlo", indicó Caballero, "pero si el presidente de la Xunta no está para el agua potable de los municipios y de las ciudadades, ¿para qué está?".