Un nuevo millón de euros para inyectar un halo de vida a un sector tan tocado como la hostelería. Abel Caballero anunció un paquete de medidas especiales para intentar salvar a los bares, cafeterías y restaurantes que han tenido que parar su actividad al entrar en vigor las nuevas restricciones decretadas por la Xunta de Galicia. El alcalde de la urbe gallega señala que tanto los establecimientos que estén cerrados como los que estén ofreciendo servicio a domicilio quedarán exentos durante el periodo de cese de actividad de la tasa de agua y de basura, así como del pago de los vados comerciales.
Abel Caballero destacó que al estar abonados ya los impuestos de este periodo correspondiente, el Concello aplicará estas exenciones en el primer recibo que tenga que abonar cada hostelero. "No se pueden hacer devoluciones porque administrativamente hablando el trámite es complejo", apuntaba el alcalde.
Este paquete de medidas para apoyar a la hostelería local tendrá un coste cercano a un millón de euros. Caballero aprovechó el anuncio de estas ayudas para criticar la "tomadura de pelo" de la Xunta de Galicia, cuyas subvenciones a los hoteleros vigueses no llegan al millón de euros. "Feijóo toma la decisión de cerrar bares y cafeterías, pero inmediatamente no toma las decisiones económicos por el cierre de la hostelería", criticó el regidor.
El alcalde de la urbe gallega señala que en lo que va de 2020 el Concello de Vigo ha otorgado a la hostelería ayudas de casi 3 millones de euros en tasas por la gratuidad de las terrazas y otro millón de euros por las exenciones aplicadas durante el primer estado de alarma surgido tras el impacto del coronavirus. "Con estas medidas nos iremos por encima de los cinco millones de euros de ayuda a la hostelería cuando no somos la administración competente", señaló Abel Caballero.
En los últimos días, los grupos de la oposición de la Corporación local -Marea de Vigo, BNG y PP- han reclamado al Gobierno municipal un plan de ayudas más ambicioso para intentar apoyar la hostelería. En el caso de la formación de izquierdas y los nacionalistas gallegos, coincidían en destinar los 33 millones de euros en un plan de ayudas que incluía, además de ayudas sociales, subvenciones a la hostelería y al pequeño comercio.