Desde este martes, 18 de junio, la Gran Vía de Vigo ha iniciado su proceso de transformación radical que modificará una de las arterias principales de la ciudad. Una de las mayores quejas que despertaron las obras fue la eliminación del actual arbolado.
Según explicó esta mañana el alcalde de Vigo, Abel Caballero, “lo primero que se hará será trasplantar todos los árboles del paseo central” antes de iniciar las obras. Los ejemplares que se encuentran en buen estado serán enviados a Castrelos, para después regresar a su ubicación original. “Algunos no retornarán porque están muy enfermos”, aseguró el regidor vigués, “aunque serán muy pocos”.
La obra, que se prolongará hasta abril de 2020, supondrá una inversión de más de cinco millones de euros y conllevará la instalación de tres rampas mecánicas en el tramo situado entre María Berdiales y Venezuela.
Hace un año el Concello cifró en 74 los árboles que serían trasplantados y 54 los talados, si la obra se llevara a cabo en toda la avenida. Por entonces, se explicó que serían trasplantados a un “lugar apartado de las vías de circulación en jardines donde la presencia de usuarios sea mucho menor”. Ahora, los planes parecen haber cambiado para volver a trasladarlos a la Gran Vía una vez finalicen las obras. La medida afectaría principalmente a camelios y naranjos, mientras que tilos y castaños de indias estarían demasiado dañados.
Restricciones de tráfico
En cuanto al tráfico de vehículos, los trabajos de humanización obligarán a cortar la circulación desde el 25 de junio en todo el tramo descendente, habilitando el ascendente en ambos sentidos de circulación. La medida se prolongará hasta noviembre, cuando se restablezca el tráfico ante la afluencia de visitantes en las navidades.