Vigo Vertical se ha convertido en uno de los proyectos más ambiciosos que afronta el Concello. Así lo reconocía hace prácticamente un año Abel Caballero en una entrevista concedida a este diario. El reto es máximo. No es otro que aliarse con la montaña, con las pendientes que convierten algunos espacios de la ciudad en cuestas que dificultan la movilidad peatonal. Una parte de ese plan es una realidad con actuaciones como las escaleras de II República y Praza de Portugal o los ascensores en Marqués de Valterra o Pizarro.
El proyecto sigue. La idea de trasladarlo a otros puntos de la ciudad también. Un vecino de Coia sugería en el programa "Vigo de Cerca", el espacio de Televigo al que acude cada semana Abel Caballero, que se instalase una cinta en Martín Echegaray dada su importante pendiente. El regidor vigués admitía la importante inclinación de esta calle cuya subida va a dar a la rotonda donde está instalado el barco de Alfageme. El alcalde de la urbe gallega señaló que estudiará meter "dos o tres rampitas" al ser una zona con un importante "tráfico peatonal" al estar en sus inmediaciones el Alcampo y que pedirá que midan la pendiente de la calle, aunque según sus cálculos estará en torno "al 10%".
El Vigo Vertical continúa. Viguesas y vigueses aguardan una inauguración del ascensor panorámico que une Torrecedeira y Pi i Margall que estaba prevista para finales de mayo. El proyecto prevé llegar también al barrio de Teis para salvar la pendiente desde el ambulatorio a la Avenida de Galicia. Otras instalaciones llegarán a la estación de Urzáiz, con el ascensor que finalmente proyectará Thom Mayne, el arquitecto de la estación.